El Celta de Vigo, al menos su directiva así lo piensa y de ello se muestra convencida, cree que ha encontrado al técnico ideal para reconducir la situación del primer equipo después de tres temporadas decepcionantes, especialmente las dos últimas en la que se ha coqueteado, de hecho aún se hace, con el descenso a LaLiga SmartBank. Óscar García es el elegido pero el actual técnico quiere que el club cumpla con una serie de condiciones antes de firmar su renovación.
La primera de ellas es tan simple como que el Celta de Vigo siga la próxima temporada en LaLiga Santander, la paralización de la temporada ha creado una falsa sensación de estabilidad pero al curso le quedan 11 jornadas y el Celta solo tiene un punto de ventaja sobre el Mallorca y tres sobre el Leganés. Además al Celta el parón por la COVID-19 le llegó en su mejor momento de juego y resultados, habrá qué ver como vuelve el equipo después de cerca de dos meses sin entrenar.
La segunda condición no es otra que poder, en el buen sentido de la palabra, poder y responsabilidad para poder decidir en la planificación de la temporada, en la composición del equipo, en los jugadores que llegan y en los que se van. También en los canteranos que harán la pretemporada, Óscar quiere controlar toda la parcela deportiva y que su palabra y sus decisiones tengan verdadero peso en el club.
Así lo dejó caer este pasado viernes en la charla que mantuvo con Fernando Vázquez y Curro Torres organizada por la Federación Galega de Fútbol: "El siguiente paso es salvarnos, quedarnos en Primera y después a ver qué es lo que decide el club. Si decide que continúe yo, intentar hacer un equipo con Felipe mucho más adaptado a lo que yo quiero".
Esto provocaría una gran revolución en la plantilla en un mercado que se va a antojar muy complicado por la crisis económica provocada por la COVID-19. Por lo de pronto Óscar García quiere contar con Rafinha y Murillo, dos adquisiones para las que el Celta deberá invertir todo el dinero ganado con Lobotka y parte de su dinero en caja ya que se trata de dos fichajes que rondan los 30 millones de euros.
Pero además Óscar García quiere otro medio de nivel, jugadores por banda y al menos un delantero contrastado que ayude a Aspas. Son incorporaciones caras que pueden provocar que el curso que menos ingresos tiene el Celta se convierta en el de su mayor inversión, algo extraño viendo el pasado celeste, pero necesario si se quiere contar con Óscar García.
Vamod que ficho sin poner condicion alguna