José Manuel Pinto ha comparecido en La Jugada en Casa, de Canal Sur. El exportero del Celta de Vigo, Real Betis o FC Barcelona, entre otros, ha desvelado varias anéctodas de su etapa como celeste. Ahora dedicado de pleno a la música, ha expuesto un novedoso método de entrenamiento con una comba. Además, se encuentra en un proceso de lanzamiento de su nuevo disco. Debido a la crisis del coronavirus se ha visto obligado a retrasar su single, pero con el inicio de la desescalada lo ha retomado.
Cuando comienza a hablar del Celta suelta su primera revelación: en el vestuario celeste le llamaban 'el Ingeniero', porque estaba todo el día estudiando. "En Vigo estudié guitarra, batería y me saqué el técnico de sonido y de estudio. Luego en Barcelona me saqué un máster de producción musical y una especialización de grabación en estudio. Tengo algunos titulitos en los estudios. En el avión iba con los libros y tal". Además, revela que no quería que se supiera lo de la música. "Si un partido va bien, no pasa nada, pero cuando va mal, te dicen que estás pensando en la guitarrita" revela entre bromas. Además, el del Puerto de Santa María bromea con los dobles sentidos. "Yo me he hartado de cantar, y ahora el doble".
Además, cuenta varios de sus motes de su etapa en el colegio, donde recibió bullying: Pinto, Pinto, gorgorito, entre Pinto y Valdemoro y Pinto Wahinto. Así, confiesa que de algo negativo nombró así a su sello discográfico.
Sobre la crisis del coronavirus, Pinto pide calma. "Aquí veo que la gente se pasa la distancia por el forro y le da igual. Nos hemos llevado un guantazo, porque nos dicen eso de 'Valorad los besos y los abrazos porque puede haber un día en el que no haya más'. La gente se está yendo a hacer botellonas, pero yo no quiero ser el padre de nadie dando consejos. Veamos la realidad, que estamos jugando con la vida de nuestros seres queridos".
Sobre su etapa en el Barcelona desvela que la oportunidad llegó a una avanzada edad, pero que la aprovechó. "Yo llego tarde siempre a todos los sitios, pero siempre me quedo. En el Celta, rntre que llego, juego y no, me tiro cinco años. Gano el Zamora y bajó a Segunda y con 31 años pasa lo que nadie se imagina: se lesiona Jorquera y se me presenta la oportunidad". "Llegué a ser capitán del Celta y no estaba en venta. Begiristain me dijo: 'por fin te tenemos'. Txiki me dijo que llevaban detrás de mí desde que gané el Zamora, y que el Celta tenía bloqueada mi salida".