Andrés Túñez, exjugador del Celta de Vigo y del Burinam United, recordó su extensa y exitosa carrera en el fútbol español y tailandés ahora que ha dicho adiós a seis años como líder del campeón asiático. El central confesó lo mal que lo pasó en la temporada 2012/13, cuando el Celta se salvó en la última jornada con el histórico gol de Natxo Insa al Espanyol. "Me salieron canas y casi me da un infarto", reconoció.
El canterano del Celta e internacional venezolano también recordó cómo fue su salida del cuadro vigués. Luis Enrique "fue muy claro conmigo. Me dijo que no entraba en sus planes y se lo agradezco. Le agradezco que fuera tan honesto. Tuve que buscar una cesión, pero ya era septiembre y muchos mercados estaban cerrados", explicó Túñez en el Diario As.
Su primera experiencia exótica fue en Israel: "Me marché al Beitar de Jerusalén. Allí viví un año fantástico. Me llevé a Jonathan Vila y, la verdad, lo pasamos muy bien". Pero una llamada de Alejandro Menéndez, que había sido entrenador del filial y del primer equipo del Celta, lo cambió todo. "Dirigía al Buriram United. Preguntó por mi situación y al poco tiempo ya estaba viajando a Tailandia. Fue la mejor decisión que he tomado nunca".
Túñez reconoce que "la oferta económica era irrechazable, pero que el equipo estuviera repleto de españoles también ayudó. Manu Redondo, Javier Patiño, David Rochela... Montamos una piña increíble. Osmar Ibáñez se acababa de ir a Seúl. Lo suyo sí que tuvo mérito. Llegó el primero. Para mi fue todo muy fácil".
"Pasé de jugar en LaLiga a competir en Tailandia, pero me adapté rápido. Cuando eres niño sueñas con jugar en el Bernabéu y en el Camp Nou. Lo logré, después comencé a pensar en mi familia y sus intereses. Me jodió tener que dejar el Celta, pero cuando me ofrecieron un buen contrato no dudé en aceptarlo. El fútbol es un negocio y yo un privilegiado. Hago lo que me gusta y cobro por ello. Da igual donde sea. No puedo pedir más", se sinceró Túñez.
El defensa de 33 años hizo memoria de algunos momentos claves en su carrera: "En 2019 perdimos la liga en el último partido. Tuve pesadillas con eso, aunque nada como la permanencia del Celta en 2013. Ahí me salieron canas y casi me da un infarto. Pero eso significa que el fútbol te importa de verdad. Si pierdes y te vas a dormir tan tranquilo algo va mal" concluyó Túñez.