El Villarreal CF, próximo rival del Celta de Vigo en Liga, ha sometido este lunes a una nueva revisión médica completa para conocer el estado de sus jugadores a diez días del arranque liguero, en el que medirá al Celta en Balaídos en la primera jornada de la reanudación del torneo.
Así, el club castellonense ha querido realizar una revisión exhaustiva a sus futbolistas y les ha sometido una densitometría ósea (Dexa), con la idea de realizar una medición corporal muscular, de grasa y de densidad ósea.
Esta prueba ya se les hizo a todos los jugadores tras el regreso el pasado 8 de mayo a los entrenamientos para valorar el nivel de pérdida de esos valores y el estado físico de los futbolistas tras el confinamiento.
Desde los servicios médicos del club castellonense se asegura que el regreso de los jugadores fue positivo, al mostrar parámetros "muy buenos" que incluso, en algunos aspectos, presentaban valores mejores de los que tenían con anterioridad.
Aunque sí que había cierta pérdida de masa muscular, que se ha recuperado con estos días de trabajo y sesiones más completas, ahora se quiere valorar el estado y la evolución de los futbolistas tras las tres semanas de trabajo y ante el próximo regreso a la competición.
Tras estas pruebas la plantilla afrontará ya el trabajo en un solo grupo de 29 jugadores en una semana en la que el equipo de Javi Calleja tiene previsto entrenar a lo largo de toda la semana hasta el próximo domingo con sesiones matinales en la ciudad deportiva de Miralcamp.
El Villarreal solo cuenta con la ausencia del defensa argentino Ramiro Funes Mori que, tras ser operado la semana pasada, se perderá el resto de temporada. En esta vuelta al trabajo tras la jornada de descanso, el Villarreal seguirá contando con la presencia de los jugadores del equipo filial, con la idea de poder hacer dos once, realizar cambios y disputar partidos ya en campo completo.