Un punto que libera al Celta
El Celta de Vigo ha logrado sumar un valioso empate ante el Atlético de Madrid que le acerca al objetivo de sellar la permanencia tras haberse complicado la continuidad en LaLiga Santander por los malos resultados anteriores ante Mallorca y Betis. Beltrán, con un remate inverosímil, puso las tablas al tanto logrado en el primer minuto de juego por Morata. Un empate y un punto que subsanan la mala noticia de la lesión de Rubén Blanco.
Ni dos minutos tardó el Atlético en encontrar el camino a la meta de Rubén Blanco, una jugada por el costado izquierdo, mal defendido por el Celta sirvió para descoser a la zaga viguesa. Morata solo tuvo que empujar el esférico, que había chocado en Beltrán, para adelantar al cuadro colchonero cuando muchos de los jugadores aún ni habían tocado el balón.
El Celta, que buscaba como reengancharse al partido, volvía a desajustarse en defensa pasado el minuto 10. Un saque de esquina en el que Koke combinó con Correa. El argentino, solo, centró al área donde Savic remató algo forzado para que su disparo se marchase por encima del larguero. Los de Óscar tenían la pelota pero sufrían en cada acción colchonera sin que ellos pudiesen acercarse a la meta de Oblak.
Control sin peligro
Con largas posesiones, muchas de ellas sin peligro, los vigueses se iban asentando en el partido. El Atlético era incapaz de robarle la pelota en presión alta a los pupilos de Óscar García que avisaban pasado el cuarto de hora con un disparo lejano de Brais Méndez que se marchó pegado a la cruceta izquierda de Oblak.
Tocaba y tocaba el Celta, buscaba el agujero por donde poder meter una pelota en la poblada zaga colchonera. Sin complejos, los de Simeone, defendían con todos sus hombres detrás de la pelota juntándose en muy pocos metros. Y aún así tenían suficientes argumentos para salir a la contra por medio de Llorente al que Aidoo supo tapar para robarle el balón sobre la línea del área grande.
Respondía Brais Méndez con otro disparo lejano que no cogió la suficiente rosca para colarse por palo largo de Oblak. El canterano era el jugador del Celta que con más ahínco buscaba el gol en una primera mitad de control local sin ocasiones claras para lograr igualar el tanto logrado por Morata en el minuto 1.
La Beltraninha
Todo cambió al comienzo de la segunda mitad, tres minutos tardó el Celta en lograr el empate, de forma inverosímil, por medio de Fran Beltrán. Olaza centraba al área y ahí el madrileño remataba de primeras en semi fallo para colocar el balón en toda la escuadra. Fran patentaba la 'Beltraninha', para meter de lleno al Celta en el partido.
Pudo adelantarse poco después el cuadro olívico con un remate de Brais que sacó Oblak en la línea. El Celta olía la sangre del Atlético y soñaba con los tres puntos que le diesen la salvación. Óscar buscaba darle más brío a su equipo con la entrada de Rafinha y Santi Mina.
El partido entraba en su fase final con un Atlético muy remozado por los cambios de Simeone. El técnico argentino daba entrada a Herrera, Manu Sánchez, Vitolo y Lemar para volver a mandar sobre la pelota.
Lesión de Rubén Blanco
La mala suerte se cebaba con el Celta, su portero, Rubén Blanco, pedía el cambio al notar molestiasen en la zona del psoas. Murillo alertaba de la situación e Iván Villar calentaba para entrar a jugar en el 81'.
Acusaba el golpe el Celta, entre la pausa de hidratación y el cambio obligado de su portero, se enfriaba el ritmo de juego vigués. Iván Villar entraba bien al choque realizando una buena parada a disparo de Lemar antes de que Sánchez Martínez se fuese al VAR para ver un posible penalti de Vitolo por mano.
Pasaban los minutos y el punto logrado parecía un buen botín para ambos contendientes, el Celta sumaba un empate que le acercaba a la permanencia y el Atlético disfrutaba de una cómoda ventaja que le garantiza estar la próxima temporada en la Champions.