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Silencio en A Sede

Carlos Mouriño, presidente del Celta de Vigo (Foto: Celta).
Alberto Bravo

El Celta de Vigo, en el mejor partido del curso, empató en Elche CF, un resultado que a priori condenaba a Óscar García. Han pasado las horas y el silencio en A Sede confirma que la decisión no está tomada, Óscar sigue siendo el entrenador del equipo apoyado por un vestuario que demostró en el Martínez Valero que quiere luchar. La plantilla anhela darle la vuelta al mal arranque liguero con solo siete puntos tras haber consumido el primer cuarto de temporada de LaLiga Santander y ahí está el gran apoyo del catalán, en sus jugadores.

La directiva ha sondeado a distintos técnicos pero no ha dado el paso definitivo de prescindir de Óscar García debido a que el vestuario, al menos en una parte muy importante, está con él. Las declaraciones de Iago Aspas o Santi Mina indican que los futbolistas son conscientes de que los malos resultados que lleva cosechando el equipo en las últimas temporadas no se deben solo a los distintos entrenadores que los han dirigido.

Berizzo, atento al desarrollo del Argentina-Paraguay.

Falló Mohamed, erró Cardoso y Fran Escribá no fue capaz de darle continuidad al proyecto tras salvar al Celta en un agónico final de temporada. Llegó Óscar García y tras conseguir la permanencia en Primera División esta semana vivió sus días más duros al frente del Celta. La falta de gol, los pésimos resultados fueron la antesala de la retirada del brazalete de capitán a un Hugo Mallo que regresó al once para realizar un buen encuentro ante el Elche a pesar de las notables diferencias que pueden existir con el entrenador.

Todas estas circunstancias que anticipaban la posible destitución de Óscar García se han cumplido, sin embargo, hasta el momento el técnico del Celta sigue siendo el mayor de los hermanos García Junyent. Marcelino, Berizzo o Coudet son algunos de los técnicos con los que se han mantenido distintos contactos, pero ninguno se ha cerrado por distintos motivos.

Marcelino celebra el título de Copa del Rey (Foto: EFE)

Si Óscar es capaz de comenzar la semana entrenando al primer equipo las opciones de verle sentado ante el Sevilla el próximo 21 de noviembre en el Sánchez Pizjuán aumentarían de forma exponencial y todo gracias a unos futbolistas que en el Martínez Valero demostraron que no están muertos y que quieren luchar, por ellos y por su entrenador.

La situación que vive Óscar García sigue siendo delicada, él mismo reconoció que pese "a sentirse con fuerza" la decisión de seguir no "depende de mí" y en el club la gente cercana a Carlos Mouriño sigue cuestionando al vallesano. El presidente aún no ha querido dar el paso, Óscar García era un viejo deseo y tener que firmar su destitución sería un nuevo fracaso deportivo que asumir, justo en un momento donde es obvio que el equipo ha perdido piezas importantes, en calidad y cantidad, para afrontar una temporada marcada por las estrecheces económicas derivadas de la pandemia provocada por el coronavirus.

Óscar García posa con la camiseta del Celta junto a Mouriño y Felipe Miñambres en su presentación.

Y ese es otro gran problema, el Celta no pudo firmar futbolistas al carecer de margen en su límite salarial. En enero distintas partidas aliviarán ese límite para poder firmar al menos un delantero centro. El despido de Óscar García y su cuerpo técnico unidos a la llegada de un entrenador y sus ayudantes comprometería más este tope salarial y en A Sede cada euro se cuenta.

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  1. Cándido

    El problema es la directiva. Se creen que es como gestionar una gasolinera.