El Celta de Vigo, carente de un nueve goleador desde la salida del uruguayo Maxi Gómez al Valencia, parece haber solventado su falta de puntería con la llegada del argentino Eduardo Coudet a su banquillo, con cinco goles en sus últimos dos encuentros, solo uno menos que en las nueve anteriores jornadas.
Óscar García Junyent se cansó de pedir un delantero hasta que fue destituido como entrenador del Celta el pasado 9 de noviembre. Su equipo no vio puerta en cuatro encuentros -Eibar, Barça, Osasuna y Atlético- y únicamente en la victoria ante el Valencia (2-1) hizo más de un gol.
El debate sobre la falta de gol ha estado presente desde la marcha de Maxi Gómez, aumentando la dependencia del acierto del internacional español Iago Aspas, quien hasta el partido de ste pasado domingo llevaba cinco de los ocho goles del Celta.
El goleador celeste no marcó ante el Granada (3-1), pero volvió a ser decisivo con una exhibición futbolística, participando en todas las acciones ofensivas de su equipo. El Celta finalizó el choque con 17 remates a portería, ocho de ellos entre los tres palos. Fran Beltrán y Miguel Baeza, además, se estrenaron como goleadores. Nolito firmó su segunda diana.
Una semana antes, frente al Sevilla en el Sánchez-Pizjuán, el Celta ya mostró que el sistema de Coudet, con tres volantes por detrás de los dos delanteros, conllevará más llegadas al área rival. Los celestes dispararon 15 veces a portería y marcaron dos goles -Aspas y Nolito-.
Son números que mejoraron al Celta de Óscar García frente al Elche (14 remates, 1 gol), Real Sociedad (9 remates, 1 gol), Levante (10 remates, 1 gol), Osasuna (9 remates).
Incluso ante el Atlético de Madrid, en un partido en el que disfrutó de varias ocasiones claras de gol, el conjunto vigués no alcanzó los 17 remates a portería de ayer. Se quedó en 15, y sólo cinco entre los tres palos.
La única vez que el Celta superó ese promedio fue en la victoria ante el Valencia (2-1). El Celta finalizó aquel choque con 23 remates, de los cuales seis fueron a puerta, diez fuera y siete rechazados.