El Celta de Vigo de Eduardo Chacho Coudet ha dado un giro radical en las últimas jornadas, coincidiendo con la llegada del entrenador argentino al club de Balaídos. Tanto es así que en apenas unas semanas ha pasado de estar metido de lleno en la pelea por el descenso a reengancharse al sueño de Europa. Nueve puntos seguidos cambian mucho la historia, en esta ocasión para bien.
Los triunfos ante el Granada CF, Athletic Club y Cádiz CF, con muchos goles también, han provocado que el Celta asome la cabeza en la clasificación y vuelva a mirar hacia arriba más que hacia abajo varios meses después. De hecho, el equipo de Coudet, que solo perdió en su debut en Sevilla y no estuvo en el banquillo, se ha colocado ya en la novena posición con 16 puntos, a dos puntos del sexto clasificado.
Con la Copa del Rey también de por medio, el Celta intentará prolongar la racha en lo que queda de 2020 para despedir un año amargo que no se convirtió en negro de milagro y que ahora tiene ramalazos de apuntar a un futuro ilusionante. El estado de Iago Aspas y la aparición de Coudet han sido algunas de las claves para que el conjunto celeste deje de sufrir y sueñe con una temporada de objetivos importantes. Al menos por ahora.