La lesión de Iago Aspas, una rotura fibrilar de grado I del bíceps femoral derecho, mantiene en vilo al Celta de Vigo y su cuerpo técnico. Los celestes son conscientes que sin el moañés son un equipo vulnerable que puede perder ante cualquier rival. Desde su lesión ante el Real Madrid han pasado 10 días y el delantero ya ha podido comenzar a trabajar en el gimnasio.
Aspas, como indicó AS, alterna el trabajo físico con las sesiones de fisioterapia para avanzar en su proceso de recuperación. Lo que tiene claro es que no piensa forzar para adelantar los plazos de su alta médica y regresar lo antes posible. En su cabeza sigue estando muy presente la recaída que tuvo hace dos temporadas y que le obligó a perderse cinco encuentros de Liga al volver a lesionarse ante el Getafe al adelantar su alta para ayudar a un equipo estaba abocado al descenso.
La situación actual del Celta, octavo con 23 puntos y siete por encima del descenso, permite a Aspas no tener que forzar. El delantero celeste se perderá seguro los duelos ante el Real Betis y Eibar. El primer partido en el que puede reaparecer será el día 31 de enero ante el Granada, cuando el plazo de un mes de baja establecido por los servicios médicos del club esté a punto de cumplirse.
Sin Iago Aspas el Celta solo ha logrado ganar uno de los últimos 20 partidos que ha disputado. Fue hace dos cursos ante el Sevilla en Balaídos, los vigueses vencieron 1-0 con un tanto de Okay Yokuslu. Mientras Aspas se recupera la dirección deportiva sigue buscando en el mercado un 'nueve' que ayude al equipo en la segunda vuelta, donde el objetivo es salvarse de la manera más holgada posible.