Las patatas calientes del verano

El Celta de Vigo de la temporada 2021/22 ya se ha empezado a confeccionar en los despachos de A Sede. A la esperada reunión de Eduardo Coudet con la directiva para aclarar su futuro y trazar las líneas maestras de la próxima campaña, el club sabe que tiene una serie de 'patatas calientes' en su plantilla con las que deberá negociar. Ninguno de ellos cuenta para la próxima campaña, sus fichas son un obstáculo para cuadrar el ajustado límite salarial del que gozará el equipo de ahí que David Costas, Okay Yokuslu, Jozabed Sánchez, Emre Mor, Juan Hernández y el Toro Fernández son los seis jugadores a los que se le buscará una salida definitiva del Celta. Algunas como la de Jozabed serán sencillas, otras casi imposibles.

David Costas

El central no cuenta para un Eduardo Coudet que solo le ha dejado entrenar a medias con el resto del equipo. El de Chapela llegó a estar apartado durante el mercado invernal pero no se logró su salida. Con 26 años aún le queda una temporada más de contrato.

Su ficha, inasumible para muchos clubes imposibilita que juegue en Segunda División. Ese debería ser el mercado realista de un jugador que se ha quedado en blanco este curso y que nunca ha logrado asentarse en Primera. Esto supone un enorme problema y desde el club no es nada optimista. Se cree que el chapeleiro no aceptará ninguna oferta y que agotará su contrato en Vigo aún sabiendo que no va a jugar. El club, por ahora, descarta una indemnización importante para rescindir su contrato.

Okay Yokuslu

El turco puede tener su futuro en la Premier League. Su cesión en el descendido West Bromwich Albion ha sido un éxito. Okay se ha ganado el cariño de su hinchada y el reconocimiento del fútbol inglés. La Eurocopa podría aumentar más su cotización y en el Celta piensan en un traspaso que les ayude a cuadrar las cuentas.

El Leeds United está interesado en él, eso deslizan desde las Islas Británicas. El jugador quiere esperar pero su deseo es prolongar su estancia en la Premier, donde su juego se adaptó a la perfección al fútbol practicado en Inglaterra. En caso de no prosperar ninguna oferta Coudet le abriría las puertas de nuevo, ya que es un jugador de su agrado y del que no quería prescindir en enero.

Jozabed Sánchez

Es uno de los casos más sencillos. Cuando se pactó su cesión al Málaga el pasado verano el de Mairena del Alcor amplió una temporada su contrato con el Celta para que su salario pudiese encajar en los límites salariales de ambos clubes.

En ese momento se pacto la rescisión de este segundo curso de contrato y Jozabed será un jugador libre para negociar su futuro. El Celta deberá abonar una parte de su salario pero se ahorrará una parte de su ficha ya que no contaba para el club.

Emre Mor

El gran error del Celta. Su apuesta más arriesgada y su fracaso más sonoro. 13 millones de euros por su traspaso, dos millones al año de sueldo bruto y la nada más absoluta en cuatro campañas para olvidar. Eduardo Coudet no lo quiere cerca del equipo tras su 'fuga' a Dubái y con el alta médica lo incluyó el grupo de 'apartados' con Costas y Sáenz.

Al turco le queda un año de contrato con el Celta. El club buscará una cesión o una rescisión de contrato ya que no hay ningún tipo de opción de verle de nuevo con la camiseta celeste en un partido oficial más. El traspaso es inviable porque su cartel es inexistente y ni siquiera los cantos de sirena de Turquía parecen creíbles.

Juan Hernández

Su cesión en el Sabadell ha sido bastante fructífera. Ha jugado 1.500 minutos y marcado 3 goles. No tiene hueco en el Celta que ya cuenta con la llegada de Franco Cervi y la continuidad de Nolito.

El lorquino seguro que encuentra acomodo en un equipo de Segunda División para acabar el último año de contrato que le queda con el Celta. Es posible que el club vigués baraje incluso darle la carta de libertad.

Toro Fernández

Otro de los grandes problemas que tiene el club este verano. Su pésima campaña en el Zaragoza unido a un primer año en Vigo más que deficiente han colocado al delantero en una mala situación de cara al verano. Lo lógico es que regrese a Sudamérica cedido por el Celta pero su ficha de 800.000 euros por curso está lejos de las posibilidades de muchos equipos.

Al Toro le quedan dos años de contrato en Vigo. El club intentará su desvinculación este mismo verano. Una mala operación que deja un agujero notable en las arcas viguesas para un hombre llamado a suplir a Maxi Gómez.