El último día de mercado se produjo en el Celta de Vigo uno de esos retornos esperados y que tanto han dado que hablar durante el verano. Jeison Murillo se enfundaba a elástica celeste por tercera vez. Tres etapas en las que ha vuelto a un lugar que quiere y donde lo quieren.
Así lo expresó durante la rueda de prensa de este martes, en la que también explicó cómo se fue desarrollando un verano movido hasta que se fraguó su regreso a la que considera su casa. Una decisión que lo hace feliz tanto a él como a su familia.
"Ha sido un verano bastante movido. Todos sabemos lo que conlleva el tema económico. En mi caso se esperó hasta el final, teníamos la intención de venir desde un principio, pero había que esperar al momento justo. Gracias a la directiva, al cuerpo técnico y a mi parte pudimos hacerlas cosas de la mejor forma. Ahora estoy en Vigo que es lo que quería", expresó ante los medios.
Una operación que no fue sencilla y que tuvo sus complicaciones. "Se cruzó el cumpleaños de mi niña y la incertidumbre era máxima hasta el último momento. Siempre tuve la cabeza y la intención de poder venir aquí. La esperanza es lo último que se pierde".
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Para Murillo siempre fue una prioridad volver al Celta, pese a contar con el interés de otros clubes. "Cuando encuentras una ciudad, un club y un equipo con el que te identificas y encuentras compañeros que te ayudan a ser mejor, eso es importante como futbolista y persona".