El fútbol vuelve al Santiago Bernabéu más de un año y medio después y lo hace con la visita del Celta de Vigo al Real Madrid. Un partido al que los de Eduardo Coudet llegan en puestos de descenso tras un mal arranque de campeonato. "Las estadísticas son horribles pero vamos a intentar escribir una nueva historia", señaló el técnico celeste antes de viajar a Madrid con toda la plantilla tras el regreso de los internacionales y el alta médica de José Fontán, Miguel Baeza y Kevin Vázquez. No sucede lo mismo al Real Madrid de Ancelotti, que no podrá contar con Alaba, Bale y Jovic en la inauguración de un Santiago Bernabéu en el que se acabarán invirtiendo 800 millones de euros.
El 'Chacho' buscará la fórmula para dar con la tecla en un once que de momento mantiene la base de la temporada pasada ya que se especula con la titularidad de jugadores como Franco Cervi o Santiago Solari. El míster no quiso dar ni una sola pista tras la rueda de prensa posterior al último entrenamiento de la semana pero dejó claro que todos los futbolistas están en condiciones de jugar, también Néstor Araújo y Renato Tapia, los dos últimos jugadores en regresar de sus compromisos internacionales tras jugar con México y Perú tres encuentros cada uno.
El Celta buscará amargar la fiesta del madridismo, con un triunfo que le permita disipar las dudas que dejó en el arranque del curso, sin pegada en ataque y con el internacional español Iago Aspas falto de la chispa que acostumbra. El moañés estará acompañado de Santi Mina, que quiere estrenarse esta temporada tras tres encuentros sin mojar. En el Bernabéu debutará por tercera vez con el Celta Jeison Murillo, que volverá a formar en el centro de la zaga con Araújo escoltados por Hugo Mallo y Javi Galán.
El Celta no gana en Liga en el coliseo merengue desde 2006. El 2-2 de la temporada 2019/20, con goles de Santi Mina y Fedor Smolov, es el espejo en el que deben mirarse los vigueses si quieren mejorar su mal arranque liguero, con un solo punto de nueve posibles, y así recuperar parte de la confianza perdida tras una pretemporada complicada en lo institucional pero ilusionante en lo deportivo.
Por su parte el Real Madrid regresa a su casa 560 días después. Lo hará con un sentido homenaje a todos los fallecidos durante la pandemia provocada por el coronavirus, con especial recuerdo a Lorenzo Sanz, presidente del club blanco de 1995 a 2000, periodo en el que se consiguieron siete títulos, incluidas dos Copas de Europa tras 32 años sin alzarse con el gran título continental.
Muchas cosas han cambiado en el Real Madrid en estos 560 días. La marcha de Sergio Ramos y Varane son dos ausencias a las que el madridismo aún se tiene que acostumbrar. Los 20.000 aficionados presentes no volverán a animar a dos centrales que han hecho historia en el club con más de 1.000 encuentros disputados con la elástica merengue. El fichaje de Camavinga y el regreso de Ancelotti son las principales novedades de un Real Madrid que no podrá contar con su incorporación estrella, David Alaba, por una sobrecarga. Tampoco estará Bale, indultado por el técnico italiano tras su cesión al Tottenham la pasada campaña.
Las dudas del preparador de Reggiolo residen sobre todo en los futbolistas sudamericanos. Los brasileños Casemiro, Éder Militao y Vinicius Junior y el uruguayo Fede Valverde regresaron de sus compromisos con sus selecciones este viernes y podrían no partir de inicio pensando en el estreno en Champions League del miércoles contra el Inter de Milán. Pero las bajas de otros compañeros podrían obligar a Ancelotti a arriesgarse con alguno de ellos o apostar con Vallejo y Nacho en defensa, Antonio Blanco en la medular y Mariano en ataque para no castigar más a la estrella del equipo, Benzema.
Renato Tapia no jugará de inicio al igual que Araujo en su lugar lo harán Beltrán y Carlos