El Celta de Vigo mostró la mejor cara de la temporada ante un aspirante a alzarse con el título de Liga como el Sevilla FC. Los de Coudet se parecieron al equipo de la pasada campaña pero cayeron por la mínima. El gol de Rafa Mir en la segunda mitad fue suficiente para un equipo que se tuvo infinidad de ocasiones de gol y que se mereció al menos el empate. El celtismo supo reconocer el esfuerzo de los suyos y ovacionó a un equipo que dio las gracias a su afición pero que se va de vacío para seguir ocupando las plazas que rozan los puestos de descenso.
Los vigueses tenían que competir ante uno de los cocos de LaLiga con la sensible baja de Renato Tapia. El peruano aporta equilibrio, fuerza y capacidad de recuperación a la medular celeste ante un mediocampo rival con Joan Jordan, Oliver Torres, Fernando y Rakitic. La buena noticia para los de Coudet era la ausencia de Diego Carlos y Koundé. Los dos centrales titulares del cuadro hispalense se quedaban en Sevilla. Rekik y Gudelj ocupaban su lugar en una defensa en la que también se estrenaba Augustinsson en el lateral izquierdo por un tocado Acuña. Además Lopetegui retrasaba a Fernando para dar mayor empaque a la línea jugando con tres centrales. Denis Suárez regresaba al once titular de un Celta que también contaba con la novedad de Aidoo por Araújo. El ghanés iba a tener un complicado duelo contra Rafa Mir.
El Celta entraba al partido con ritmo, presionando muy arriba y buscando con ahínco la meta de Bono. No se amilanaba el Sevilla. Los de Lopetegui, con una propuesta más conservadora de la esperada también buscaban tener la pelota pero eran los vigueses quienes entraban mejor al duelo tras unos primeros minutos de tanteo en los que Brais Méndez y Rakitic veían sendas tarjetas amarillas. Los celestes se asemejaban al equipo que había deslumbrado la pasada temporada, mordían arriba impidiendo que el Sevilla pudiese pensar.
Los de Coudet sumaban efectivos en ataque gracias a la profundidad de Mallo y Galán. Su posición adelantaba provocaba algunos desajustes en la transición defensiva que intentaba aprovechar el Sevilla con pases a la espalda de los laterales celestes. Así llegaron las aproximaciones de un Sevilla que buscaba llegar al área celeste con pocos pases dirigidos a Torres y Ocampos. Pasado el minuto 20 llegaba la primera gran ocasión del partido protagonizada por Denis Suárez. El centrocampista se iba de dos rivales con habilidad, se metía en el área y buscaba el palo largo de Bono. Hacia todo bien el celeste menos el remate, que se marchaba demasiado centrado.
Eran los mejores minutos del Celta en la temporada. Denis Suárez y Fran Beltrán mandaban en la medular apoyados en Brais Méndez y Nolito. Los de Coudet buscaban acogotar a un Sevilla que no dudaba en defenderse muy cerca de su portería y buscar una contra con la que acercarse a Matías Dituro. No le gustaba el desarrollo del partido a Lopetegui. El técnico vasco cambiaba de sistema al situar a Gudelj por delante de la defensa. Con menos hombres atrás la zaga hispalense era más vulnerable a la velocidad de Aspas, que lanzaba una peligrosa contra abortada por Joan Jordan tras combinar con Nolito en la frontal. También lo intentaba Santi Mina con un disparo de mediocampo tras ver adelantando a Bono. La pelota se marchó ligeramente desviada en medio de los aplausos de un celtismo entregado a los suyos. Sin goles pero con buenas sensaciones se marchó el Celta a los vestuarios siendo superior a un Sevilla cicatero.
Las buenas sensaciones que ofreció el equipo en la primera mitad se multiplicaron en el arranque de la segunda mitad. El Celta salió a por el gol, lo mereció pero el palo de la meta de Bono rechazó el disparo de Santi Mina en una bonita acción de los vigueses. El cuadro celeste se sentía superior al Sevilla pero en una aislada y desafortunada acción Rafa Mir batía a Dituro. El delantero hispalense se encontraba una pelota rechazada por un defensa celeste tras un disparo lejano de Suso. En el uno contra uno no marraba el atacante ante Dituro y ponía por delante a los suyos en el minuto 54. El gol era un jarro de agua fría para un Celta que había hecho méritos para ir por delante.
Denis Suárez, en jugada individual, y Nolito con una peinada de cabeza a centro de Javi Galán buscaban el empate. El Sevilla se encontraba cómodo en un partido roto en el que ahora podía buscar una contra que sentenciase el duelo de Balaídos ya que el Celta se exponía más en defensa a medida que avanzaba el reloj. Reclamaba un penalti por mano Santi Mina y sus compañeros de Rekik pero en la sala VOR se comprobaba que el central había tocado el balón con su espalda.
No se rendía el Celta, Murillo y Mina volvían a tener opciones de marcar el empate ante un Sevilla que empezaba a perder tiempo de forma descarada ante el enfado de los poco más de 10.000 espectadores que asistían al partido en las gradas de Balaídos. Navas era el objetivo de los silbidos tras ser atendido por los servicios médicos y ver como, de manera milagrosa, se recuperaba para ir corriendo sin problemas por la banda para reingresar al campo.
Con Cervi y Galhardo afrontaba los últimos minutos el Celta. Coudet introducía en el campo a todos sus efectivos de ataque para lograr el ansiado gol que les permitiesen no irse de vacío de Balaídos. Empujaban las gradas a los suyos, conscientes de lo injusto del resultado pero el Sevilla se mantenía firme en defensa a pesar de las ausencias de Diego Carlos y Koundé. Volvía a perder tiempo el Sevilla por medio de Augustinsson, que se iba al suelo para recuperarse en tiempo récord.
Tuvo el empate Aspas en el descuento pero su disparo se fue manso a las manos de Bono. El moañés, en una posición privilegiada remató mordido. Se lamentó Aspas de la oportunidad perdida ya que al Celta no le quedaba tiempo. Mina y Galhardo habían combinado a la perfección para habilitar a su compañero pero al Celta se le negaba el gol. Las buenas intenciones, el buen juego en muchos minutos y ser superior a uno de los aspirantes a ganar LaLiga Santander no fue suficiente para un Celta que vio como se moría el partido con un postrero disparo de Cervi.