El Celta hace los deberes en la fiesta de Franco Cervi

El Celta de Vigo estará en el sorteo de la segunda ronda de la Copa del Rey tras golear a un valiente CD Ebro en La Romadera. La diferencia de calidad y ritmo entre vigueses y maños permitió a los de Coudet vivir una plácida noche en la que la gran estrella fue Franco Cervi. El volante argentino generó las mejores ocasiones del equipo, marcó dos goles y estrelló otro disparo al palo demostrando que día a día se parece más al futbolista que fichó el Celta en verano por 4,5 millones de euros procedente del Benfica. Un 0-5 en el que solo hay que lamentar la lesión de Thiago Galhardo que deja al cuadro vigués sin delanteros ahora que el calendario se aprieta con dos competiciones.

Apenas un minuto necesitó el Celta para meter el miedo al cuadro zaragozano. Thiago Galhardo estuvo a punto de estrenarse como goleador pero Rubén Cebollada tocó lo justo el balón para desviarlo por línea de fondo. Dominaban los de Coudet ante un rival valiente que no quería ser una mera comparsa a pesar del abismo existente entre ambos conjuntos en una Romareda que buscaba empujar al Ebro en busca de un milagro, cargarse a un Primera. Ilusión frente a obligación.

Ilusión que no solo existía en el cuadro maño ya que esa misma ilusión por ganarse una oportunidad en Liga era el motor que movía a los suplentes celestes. Ilusión que se truncó en el 20' para Thiago Galhardo cuando pidió el cambio al notar un pinchazo en la parte anterior de su pierna xxx. Santi Mina tenía que entrar al partido cuando Coudet confiaba en poder reservar a sus mejores hombres y no desgastarlos ante un 2º RFEF. A ráfagas jugaba el Celta y a cuenta gotas llegaban las ocasiones.

Cebollada salvaba el tanto de Baeza a la media hora del choque pero nada podía hacer ante el testarazo de Santi Mina tras centro de Cervi. El volante argentino estaba protagonizando las mejores acciones de los celestes en La Romareda ante un Ebro que por medio de Nahuel y Miguel Díaz se negaba a rendirse tan pronto. Pudo bajar los brazos si el disparo de Cervi en el 33' no se hubiese estrellado en el palo pero con el 0-1 en contra seguía en la lucha. Un centro chut envenenado en el minuto 40 era la única oportunidad clara del CD Ebro en la primera mitad pero Rubén Blanco, que jugaba su primer partido oficial en ocho meses, ponía el puño para mandar el balón a córner.

La fluidez del juego que desarrollaban los vigueses no habría sido suficiente para someter a un rival de su misma categoría pero llegaba para doblegar a un CD Ebro que por momentos llegó a dominar el encuentro. Esa diferencia de calidad se hizo todavía más patente cuando Augusto Solari sacó de sus botas un latigazo que se fue directo a la escuadra. Una ejecución perfecta del argentino sentenciaba el duelo antes del descanso.

Con dos goles de ventaja afrontaba la segunda mitad  un Celta que pudo ponerse 0-3 si Mina hubiese definido una contra lanzada por Franco Cervi. El mejor celeste sobre el campo se merecía el premio del gol y este llegó en el 54'. El argentino batía con un disparo raso a Cebollada. Puso el 0-4 con un bonito regate y un ajustado disparo tres minutos después para cerrar su gran actuación ya que Coudet lo retiraba del campo junto a Okay Yokuslu y Mallo.

El CD Ebro había sucumbido ante la calidad de Cervi. El Celta cerraba su clasificación para la segunda ronda de la Copa del Rey con un duro peaje, la lesión de Thiago Galhardo. Rozó el tanto del honor un cuadro local que terminó encajando un quinto tanto en el últimos suspiro del partido. José Fontán, con una gran definición en carrera, cerraba el marcador justo antes del pitido final de Mateu Lahoz.