Iago Aspas es la gran estrella del Celta de Vigo. El moañés, a los 34 años, encara los últimos años de su carrera peleando por su cuarto Trofeo Zarra. LaLiga se desplazó a su localidad natal, Moaña, para conversar con sus dos hermanos, ya exfutbolistas, Jonathan y Urbe Aspas. También habló con su gran valedor en la cantera del Celta, Javier Maté. Todos ellos coincidieron en el carácter indomable del delantero celeste, un carácter y una fuerza que ya transmitía desde niño. "Era un cascarrabias con una personalidad tremenda. Era atrevido, tenía mucha calidad con un regate en corto brutal y muy buena toma de decisiones".
Javier Maté confesaba en este reportaje de LaLiga que "te acojonaba su personalidad" ya que Iago Aspas se peleaba por estar siempre en le momento adecuado apuntándose a ser recogepelotas en Balaídos cuando a su equipo no le tocaba. Él siempre se presentaba de voluntario. Maté también recordó uno de sus peores momentos como jugador, cuando en el segundo año de juvenil fue a A Madroa con su hermano Urbe a pedir la baja del Celta porque no jugaba y tenía una propuesta del Pontevedra.
El exportero celeste se negó a dejarle salir porque "este sale futbolista". Finalmente firmaron una cesión al Rápido de Bouzas que le hizo sentirse importante y crecer como futbolista, especialmente a nivel colectivo: "Entendió más la colectividad y a darle valor al grupo. Entendió que había sitios donde tenían más dificultades" lo que le permitió regresar al Celta más hecho y maduro. De ese Iago Aspas que con 18 años casi deja el Celta al actual han pasado cientos de partidos y decenas de goles que lo han convertido, para Maté en una "estrella mundial"
💙🎙🔙 "Su ilusión siempre fue el fútbol. Ya de pequeño era un cascarrabias con una personalidad tremenda. Hacía alineaciones, ya era director deportivo con 7 u 8 años".
⚽ Los hermanos y amigos de @aspas10 hablan de los inicios del crack del @RCCelta. #LaLigaSantander
— LaLiga (@LaLiga) March 22, 2022
Sus hermanos, Jonathan y Urbe, recuerdan al pequeño Iago siempre pegado a un balón de fútbol. "El fútbol era su ilusión y cuando llegaba del colegio agarraba el bocata, cogía la pelota y si no tenía pelota buscaba a algún amigo que la tuviese". Urbe, que le saca doce años, bromea al recordar a Iago Aspas con "siete u ocho años haciendo alineaciones. Ya era un director deportivo".
Jonathan, que también protagonizó una importante carrera en el fútbol profesional, también echó la vista atrás: "Cuando bajaba la marea, se hacían porterías en la arena y era nuestro césped" usando la playa como campo de fútbol. Recuerda que Iago jugaba con él y con Urbe y al ser el pequeño no le quedaba otra que "buscarse las castañas". Tanto él, internacional con la selección sub 17 y sub 20, como Mostovoi fueron algunos de los grandes referentes de Iago. Ahora, la estrella indiscutible del Celta, tiene algo especial en su juego: "Es un futbolista de la calle y en La Liga hay pocos".