Iago Aspas es uno de los jugadores más queridos por la afición del Celta de Vigo. El delantero celeste sigue al pie del cañón. Indiscutible en el esquema de Eduardo Coudet, el de Moaña suma 13 goles y 4 asistencias en esta LaLiga Santander, y está inmerso en la pelea por el Trofeo Zarra, una temporada más.
Aspas ha atendido a El Mundo, donde ha valorado la temporada y ha desvelado cuál es la espinita que aún le queda con su querido Celta de Vigo.
Iago lleva ligado al club toda la vida. Aunque su andadura en el club vigués comenzó con una mentira piadosa: "Yo jugaba los fines de semana con un equipo y un día el entrenador nos avisó que había unas pruebas en el Celta. Hablamos con mi tío y fuimos, pero me llevé una desilusión tremenda porque llegamos y resulta que las pruebas eran para niños nacidos en 1986. Y yo era del 87, tenía ocho años... Pero me dijo mi tío "mira, como no hay que dar el carnet ni nada, tú di que eres del 86 y entrenas". Yo no tenía ni botas de taco ni nada, llevaba unas de fútbol sala. Me acuerdo que el campo era sintético y yo resbalaba muchísimo. Volvimos a casa y confesamos a mi madre que les habíamos engañado. Pero bueno, mi madre habló con el Celta y tuve suerte".
A sus 34 años, Iago Aspas sigue mostrando un nivel superlativo en el terreno de juego. No obstante, y por desgracia, nada es para siempre y la retirada del Mago de Moaña no queda ya tan lejos. Aspas pulveriza récords con la camiseta celeste, pero aún le queda una gran espina clavada: "He superado todos los pronósticos que soñaba de joven, pero bueno, siempre me queda el tema de ganar un título con el Celta. También sería algo histórico para el club, que va a cumplir 100 años la temporada que viene y qué mejor regalo que poder retirarme con un título".
Oxala cumplas o teu soño Aspas. Para gañar un título e necesario que tanto quipo como directiva estén a esa altura. Si todos os xogadores e directivos estivesen a tua altura, o Celta xa tería mais de un titulo nas suas vitrinas. Tranquilo por eso. Ti xa os conseguiches.