Escándalo en Balaídos: González Fuertes ultraja al Celta con un robo histórico

El Celta de Vigo ha perdido 1-2 ante el Real Madrid de González Fuertes. El árbitro asturiano atracó de manera indigna al cuadro dirigido por Eduardo Coudet anulando un gol a Thiago Galhardo, por fuera de juego de Aspas al considerar que intervenía en la jugada posterior tras la parada de Courtois, y pitando tres penaltis cada uno más dudoso que el anterior al Celta. Nolito, Murillo y Kevin Vázquez sufrieron bajo el látigo de un tirano al que cada fin de semana al Federación deja arbitrar. No es el primer robo que González Fuertes perpetra contra el Celta, por desgracia tampoco será el último si le dejan seguir arbitrando a los vigueses. Un Celta que sobre el campo fue mejor que el Madrid, tuvo las mejores ocasiones y que se va de vacío por las decisiones de arbitraje nefasto y las paradas del mejor portero del mundo, Thibaut Courtois.

No se amilanaban los celestes en los primeros compases del partido. Fiel a su estilo los de Eduardo Coudet querían la pelota, buscaban ser protagonistas, y presionaban muy encima del área rival a un Real Madrid que replegaba líneas ante el buen arranque celeste. Era Denis Suárez, con un pase a la espalda de Alaba, quien regalaba la primera gran oportunidad de gol a Iago Aspas. El moañés, ya en el área, tardó en controlar perdiendo la ventaja y su disparo chocó en el defensa austriaco mandando el balón a córner.

Buscó el gol Aspas en un mano a mano con Militao en el que González Fuertes, cuando el celeste había robado el cuero en el área merengue, pitó falta por un agarrón al delantero del Celta. Buscaba reaccionar el conjunto dirigido, en este partido por el positivo de Ancelotti, por Abián Perdomo. En una rápida transición Lucas Vázquez puso un centro al que Benzema llegó con ciertos problemas. Aún así el francés logró sacar un peligroso remate directo al lateral de la red. Replicaba inmediatamente el Celta con una jugada colectiva en la que Javi Galán, Iago Aspas, Brais Méndez, Kevin Vázquez y, finalmente, Denis Suárez, obligaron a Courtois a lucirse ante el remate del salcedense desde la frontal. Un ida y vuelta en un trepidante cuarto de hora en el que le tocaba ser protagonista a Vinicius ante un Dituro que despejó su disparo por línea de fondo.

González Fuertes señala penalti a Nolito

El Celta recibía un duro golpe en el 18' cuando González Fuertes señalaba el punto de penalti tras un derribo de Nolito sobre Militao. El gaditano entraba por detrás al brasileño intentando robarle el esférico con la mala suerte de que su pierna de apoyo trabase la del central del Madrid. Militao, casi en diferido, se fue al suelo y el colegiado no dudó ante el enfado de Balaídos. Benzema batía desde los once metros a Dituro para poner el 0-1.

Ni con el gol del Madrid el Celta bajó los brazos. Redobló esfuerzos, se fue a por el empate. Toni Kroos derribaba a Fran Beltrán al borde del área y Aspas se pedía el esférico. El moañés golpeaba con mimo directo a la escuadra, Balaídos cantaba gol, pero Courtois volaba para interceptar con sus puños un balón que iba directo a besar la red merengue. Tuvo una más el capitán del Celta, otra falta desde la frontal que en esta ocasión impactaba en la barrera. El Madrid, con un tanto de ventaja, intentaba contemporizar ante un Celta que con el paso de los minutos encontraba menos espacios para llegar a las inmediaciones de Courtois.

Gonzalez Fuertes enfurece a Balaídos

Cuando el encuentro avanzaba de forma inexorable al descanso Thiago Galhardo cabeceaba un centro al área. Courtois se iba abajo para tocar lo justo el balón mandándolo a la madera. El rechace lo peleaban Aspas y Alaba, ninguno de los dos tocaba una pelota que acaba superando la línea de gol. El delantero se quitaba la camiseta en una celebración en la que se iba directo a abrazarse a Coudet. Pero la sala VOR avisaba a González Fuertes de un posible fuera de juego de Aspas. El colegiado asturiano interpretaba que el moañés interfería en la jugada anulando el gol con un Balaídos completamente enfurecido.

Arrancaba la segunda mitad, en un descanso donde la megafonía del Celta ponía Escándalo de Rapahel sin saber que lo peor estaba por llegar, con una parada de de Dituro a Modric. También lo intentaba Asensio mandando el balón a las nubes. Pero replicaban los celestes con una jugada iniciada por Aspas. El moañés abría el campo con un pase a Javi Galán y este ponía la pelota en el área pequeña. Ahí aparecía Nolito para empujar el balón a gol. Empataban los celestes en el minuto 50 y rozaban el segundo en el 53 con un remate de Galhardo que se iba por encima del larguero. El Madrid, completamente desbordado se encontraba con un premio en forma de otro penalti.

Otros dos penaltis para el Madrid

Jeison Murillo derribaba a Rodrygo, que antes de notar el contacto del colombiano, ya se estaba yendo al suelo. A González Fuertes no le temblaba el pulso y señalaba el punto de penalti. Pero en esta ocasión Dituro acertó el disparo de Benzema evitando el gol del Real Madrid. No tardaba González Fuertes en pitar otro penalti, si el de Murillo era dudoso, el de Kevin Vázquez era directamente inexiste.

El lateral derecho celeste retiraba la pierda sobre la que se lanzaba Mendy para buscar el contacto. Logró tocar al de Nigrán y González Fuertes pitaba penalti. Los jugadores del Celta acorralaban al asturiano completamente indignados por sus decisiones. Nada hacía cambiar el parecer de un trencilla con un historial trágico para los intereses celestes. Benzema marcaba el 1-2 con un Balaídos que se tomaba a broma el robo que estaba sufriendo su equipo. En cada falta pedía penalti a favor del Madrid

Eduardo Coudet ponía en el campo toda su artillería para lograr un empate más que merecido pero arrebatado por González Fuertes. Santi Mina y Orbelín Pineda entraban al partido. Lo intentó hasta el pitido final el Celta, tuvo ocasiones para empatar el duelo pero ni la suerte quiso enfrentarse a González Fuertes. Denis Suárez pidió penalti, pero en el guión del asturiano estaba clara su decisión, al Celta, nada de nada. El partido se murió con el Madrid acorralado en su área defendiéndose de los de Coudet. Un remate de Murillo por encima del larguero fue la última de un Celta robado y ultrajado por un arbitraje indigno y miserable.