La reconstrucción del Celta, en tela de juicio tras la goleada del Real Madrid

La inesperada salida de Brais Méndez, traspasado a la Real Sociedad por cerca de 15 millones de euros, y el “castigo” de la directiva a Denis Suárez forzaron a Eduardo “Chacho” Coudet a una reconstrucción en el Celta de Vigo que, de momento, ha dejado muchos claroscuros.

El Celta encomendó la reconversión de su plantilla al portugués Luis Campos, el descubridor del francés Kylian Mbappé. Su prestigio acercó a Balaídos a jugadores “de un nivel más alto de lo que teníamos”, dijo el pasado 1 de agosto el presidente Carlos Mouriño.

El equipo gallego se reforzó con el portero Agustín Marchesín, los defensas Óscar Mingueza y Unai Núñez, los centrocampistas Óscar Rodríguez, Luca de la Torre, Swedberg y Carles Pérez y un único delantero: Gonçalo Paciencia.

“Han venido todas nuestras primeras opciones menos una”, recordó aquel día el máximo accionista del Celta, tras admitir que se le había escapado el fichaje de Borja Mayoral, el deseado por Coudet.

Ni Swedberg ni Luca De la Torre convencen, todavía, a Coudet

En la reforma del técnico argentino solo, Marchesín, Unai Núñez, Óscar y Paciencia han encajado en este arranque de curso. Mingueza aparece como tercer central y recambio de Mallo en el lateral derecho; Swedberg, por el que el Celta pagó siete millones, y Luca de la Torre apenas cuentan, pese a llegar avalados por Campos; y Carles Pérez llegó la semana previa al inicio de curso.

“Del equipo de la temporada pasada se han ido seis jugadores, medio equipo. Necesitamos más tiempo de trabajo”, expuso Coudet en la rueda de prensa posterior a la derrota de anoche ante el Real Madrid.

Metido de lleno en esa reconstrucción, volvió a reclamar un delantero: “No tenemos otra referencia en punta, sobre todo para retener la pelota de espaldas, que es algo que queremos. No puedo volver a repetir lo que ya todos sabemos: jugamos con dos delanteros y sólo tenemos dos”.

Las estadísticas anuncian un desequilibrio en estas dos primeras jornadas de LaLiga Santander. El Celta ha encajado el doble de goles (6) de los que ha marcado. Aspas ha empezado a tope (2 goles en otros tantos partidos), pero a su equipo le falta pegada: sólo cinco disparos a portería en los casi 200 minutos de juego.

A la pérdida de dos puntales -Brais y Denis- se han unido las bajas de Néstor Araujo, Nolito, Thiago Galhardo, además del goleador Santi Mina, apartado del grupo desde que fue condenado a cuatro años de prisión por un delito de abuso sexual.

El Celta acusa la falta de creatividad y definición (Aspas aparte)

Coudet todavía no ve preparado al sueco Swedberg para liderar esa reinvención. Su caso se asemeja al del mexicano Orbelín Pineda, que este verano tuvo que hacer las maletas para buscar en Grecia los minutos que le negó el argentino.

Tampoco el exsevillista Óscar Rodríguez le garantiza ni la seguridad ni el desequilibrio en el pase que le ofrecía Denis. Son jugadores de características diferentes. Coudet ya lo ha probado como organizador y en la banda, pero sin demasiado éxito.

La probable marcha de Santi Mina al equipo saudí Al Shabab aceleraría la llegada del ansiado nueve que reclama el entrenador celeste. El centrocampista creativo, su otra petición, dependerá de la salida de Denis Suárez, al que el club le negó la semana pasada la carta de libertad. El futbolista cuenta con una buena oferta de Italia, pero el Celta quiere recuperar parte de su inversión.

Falta una semana para el cierre de mercado y Coudet sigue esperando nuevas piezas para completar su puzzle, en el que confía en mantener al lateral izquierdo Javi Galán, en el radar de varios clubes que compiten en Europa. Mouriño aseguró esta semana que la dirección deportiva tiene recambios de garantías por si acaba saliendo, a lo que se opone el entrenador argentino.