Iago Aspas sigue recordando el momento en el que debutó en Balaídos. Ese 6 de junio de 2009 es una fecha imposible de olvidar para el celtismo y para el moañés. Los de Eusebio se jugaban, en esa jornada 40, un más que posible descenso a Segunda B con la consiguiente desaparición del club, incapaz de asumir sus numerosas deudas. En ese Celta de Vigo-Deportivo Alavés un joven rebelde, que pocos días antes había debutado con el primer equipo ante el Salamanca, saltaba al campo para protagonizar su primera gran gesta de celeste. Quizás la más importante porque ese día aún sin ser consciente salvó al club de una muerte casi segura. Ahora, 14 años después, confiesa que cada vez que ve su debut en Balaídos se le pone la piel de gallina en el que sus dos goles salvaron al Celta de un más que posible descenso a Segunda B.
"Solo con haber jugado en Balaídos la primera vez me hubiera dado con un canto en los dientes", confesó. Iago Aspas reconoce que "cada vez que los veo se me pone la piel de gallina porque fue mi debut". "Fue entrar por la puerta grande", añadió el moañés en una entrevista para LaLiga.
Tiene claro que ese partido ante el Alavés fue un momento mágico: "Debutar en Balaídos abarrotado, jugando lo que nos estábamos jugando y convertir esos dos goles... llevarse la victoria y la salvación matemática fue un sueño". Un debut que sin embargo no esconde que "lo más difícil es irse consolidando temporada tras temporada".
"Lo más difícil es coger esa regularidad, ese jugar partidos, coger poso y confianza para después ir sacando todo ese trabajo, toda esa calidad que llevo dentro", explicó Iago Aspas. Por ello a pesar de sus 35 años espera poder seguir sumando goles y récords. El que tiene en mente es convertirse en el único jugador de la historia con cinco Zarras. Para ello debe sumar uno más ya que en estos momentos iguala con David Villa.
Del asturiano apunta que "siempre fue un ídolo. Pude disfrutar muy poco de él porque solo compartí una convocatoria en la selección. Para mí era la leche sentarme al lado de él". Por ello es un orgullo para Iago Aspas " estar en la historia de LaLiga con Villa". Eso no quiere decir que "quizás en las tres temporadas que me quedan de contrato pueda batirlo".