El Celta de Vigo no tiene en mente destituir a Eduardo Coudet como entrenador del primer equipo ni perdiendo este lunes en Balaídos ante el Getafe. A pesar del mal arranque de Liga y de las dudas que pueda dejar el equipo por ahora se mantiene la confianza en el trabajo del técnico argentino. El propio Coudet aseguró que tras la dolorosa derrota en Valladolid nadie de la directiva le advirtió de que se jugaba el cargo: "Prefiero que no me ratifiquen porque cada vez que te ratifican estás en el horno. Sé la presión que tenemos. Los resultados han sido adversos pero también hemos competido en todos los partidos".
Eduardo Coudet cree que la situación del equipo es similar a la de la anterior temporada: "Cosechamos más elogios que puntos". Cree que más allá de los partidos complicados ante equipos de la zona alta de la tabla la derrota ante el Valladolid "ha sido un golpe fuerte". "Los últimos veinte minutos fuimos un desastre. Fueron muy malos, de lo peor que hemos hecho", agregó. Sabedor del mal momento que está viviendo el equipo en cuanto a resultados recordó que en la jornada 14 de Liga tenían solo 13 puntos".
"No es excusa, hay que dar resultados porque los resultados mandan. Las críticas siempre han sido con coherencia en cuanto a los déficits que ocurre porque hemos competido en todos los partidos hasta el final en Valladolid. Antes habíamos sido ampliamente superiores", señaló el entrenador. Reiteró que en el José Zorrilla "se desmoronó el equipo y fuimos un desastre". Quiso sacar el lado bueno de esta mala imagen: "Esperemos que sea un cachetazo a tiempo y dar vuelta a la imagen para retomar un montón de cosas que hacemos bien".
Entiende que no solo se puede hablar de mala fortuna ante la ausencia de resultados: "Echarle la culpa solo a la fortuna sería ser necio pero un poquito la culpa le puedo echar a esa fortuna. Tenemos que mejorar, tenemos que mejorar en las dos áreas". También reconoció que el Celta no está siendo sólido a balón parado: "Lo estamos trabajando porque tenemos déficits. En defensivo no teníamos problema, éramos de los mejores pero ahora en dos partidos nos han convertido y nos ha costado el partido porque fueron los goles que hicieron la diferencia".
Apuntó Coudet que lo mejor que le puede pasar a un entrenador es que el club no lo tenga que ratificar porque eso significa que está cerca de la destitución: "Prefiero que no me ratifiquen porque cada vez que te ratifican estás en el horno. Sé la presión que tenemos. Los resultados han sido adversos pero también hemos competido en todos los partidos". "Necesitamos un poco más de todos y una pequeña cuota de suerte necesitaríamos", agregó.
Subrayó que no solo el cuerpo técnico está convencido del trabajo que se está realizando: "Los jugadores también están convencidos de la forma y de cómo ejecutarla. El equipo muestra muchos automatismos y los números son muy buenos " aunque no se ve en los resultados. "Los méritos no dan puntos. Si tuviésemos todos los puntos que mereceríamos estaríamos más tranquilos".
Destacó que su único objetivo es ganar. "No soy un poeta de esto, no es más importante para mí ganar la posesión que los tres puntos porque lo que yo quiero es ganar. Estoy acostumbrado a esta presión y más". Apuntó que él mismo se genera internamente "peor presión". "Es la mía, la presión interna, la que tengo conmigo mismo. Quiero ganar y trato de preparar a los jugadores y preparar de la mejor manera para que se vea su mejor versión".
En el plano personal confesó sentirse acostumbrado a vivir situaciones similares pero que "una mayor exigencia te invita a trabajar y pensar más". "Somos esclavos de los resultados. No es algo que tome como un drama pero obvio que no me pone bien porque "no ganar me deja dormir poco".