El pasado domingo 26 de febrero se disputó el partido entre el Celta de Vigo y el Real Valladolid en el estadio de Balaídos. Un encuentro que se saldó con la victoria celtista por 3-0 gracias al gol de Haris Seferovic y el doblete de Gabri Veiga. Pero, más allá de la fiesta que se vivió en el campo, también tuvo la propia en la grada del estadio. Y es que ese fin de semana se celebraba el carnaval y, claro, varios hinchas acudieron al partido disfrazados. Aunque dos aficionados en concreto se hicieron virales en redes sociales.
Una monja y un hada con los colores celtistas protagonizaron una de las imágenes curiosas en la grada, como captaron las cámaras de Movistar+. Por ello, en ElDesmarque hemos querido saber cómo han llevado esta repercusión Julia y Rubén, los protagonistas de esta historia y cómo es su pasión por el Celta. Un reportaje que puedes ver en el vídeo que encabeza la noticia.
Ayudadme a encontrar al hada madrina que comulgué, necesito compartir este momento de fama en conjunto @RCCelta @ElDiaDespues 🧚♀️🙏🏼 pic.twitter.com/pGfa4dZebK
— juls (@juliia_pazos) February 28, 2023
Julia, la hincha disfrazada de monja, pertenece a la peña Celtista Centolos y aprovechando que salió el comunicado del club sobre que el Papa Francisco va a recibir a la plantilla en julio con motivo del centenario, decidieron disfrazarse de monjas, curas e incluso alguien iba disfrazado de Papa. “Decidimos aprovechar el tirón del Carnaval para ir a Balaídos con toda la cofradía. Hasta Mouriño vino con nosotros y el personal de seguridad por si acaso”, nos cuenta.
Antes del partido repartieron hostias y estampitas entre los aficionados. “Repartimos misa por todas las afueras de Balaídos dando la comunión y las estampitas. Fuimos al recibimiento a animar a los jugadores y a darles nuestra bendición. Después, nos fuimos al partido hasta el fin”, nos dice.
Rubén llegó quince minutos tarde al estadio e iba con una figura de Iago Aspas de cartón grande. Además de ir disfrazado de hada. Allí es cuando se encontró a Julia y, claro, entre ellos se llamaron la atención. Rubén decidió subir la cantina en cuanto la monja se lo pidió: “Las vi a ellas y me dijeron ‘ven que te damos a dar una hostia’”, nos cuenta entre risas. Y claro como para decir que no. Rubén cumplió sus deseos, como buena hada, y la tomó. “Comulgó bien y le di mi bendición”, nos dice Julia.