Gabri Veiga y su camino al éxito: "He llegado a casa muchas veces incluso llorando"
Iago Aspas y Gabri Veiga fueron las grandes estrellas del 'Centenario dos Cativos' en el Auditorio del Mar de Vigo. Los jugadores del Celta de Vigo hicieron las delicias de más de 1.400 niños. Estos pudieron conversar con sus ídolos. Ambos recordaron su debut en Balaídos y la fortuna que han tenido de poder cumplir el sueño de vestir la camiseta del primer equipo. Gabri Veiga, que aún está viviendo sus primeros meses en la élite, no dudó en reconocer lo complicado que es el camino hasta poder enfundarte la celeste en LaLiga Santander. El jugador de tan solo 20 años recordó que desde niño los jugadores tienen que privarse de muchas cosas que les genera frustración llegando a "llegar a casa llorando".
"Siempre digo que somos unos verdaderos afortunados por hacer la profesión que amamos y creo que todo el esfuerzo y el sacrificio vale la pena", subrayó Veiga. El centrocampista confesó que "sí que es cierto que cuando eres pequeño y tus amigos tienen otro ritmo de vida y pueden hacer otras cosas si quieres conseguir tus sueños tienes que privarte de cosas", explicó el canterano ante los centenares de niños que abarrotaron el Auditorio Mar de Vigo.
"Yo he llegado a casa muchas veces incluso llorando, fastidiado, pero no tengo duda de que ha valido la pena", destacó Gabri Veiga. El porriñés señaló que en su camino a la élite una de las cosas que tuvo que cambiar fue su manera de alimentarse ya que ahora, por indicación de los nutricionistas del Celta, come muchas más frutas y verduras. La exigencia de jugar en Primera División ha provocado que en estos momentos la carrera de Periodismo le esté "costando un poco" ya que no puede dedicarle el todo el tiempo necesario.
Por su parte Iago Aspas, con más de una década en la élite del fútbol mundial, recordó su debut en Balaídos ante el Deportivo Alavés: "Nos jugábamos la vida y pude jugar media hora, marcar dos goles y salir a hombros. Creo que es el sueño de cualquier niño: poder disfrutar de un partido en Balaídos, meter dos goles y ver ganar a tu equipo". Una victoria que certificó la salvación del Celta en Segunda División evitando un descenso a la categoría de bronce que podría haber terminado con la desaparición del club. Gabri Veiga, que debutó en un momento mucho más amable para el Celta en lo económico y lo deportivo, sí confesó que nunca estuvo tan nervioso en un partido como en su estreno en Balaídos ante el Valencia en octubre de 2020.