El partido entre el Celta y el Girona transcurrió con total normalidad hasta el minuto 54 de la segunda parte. Ahí se produjo una de las acciones decisivas del encuentro. En primer lugar, Mateu Lahoz señaló penalti de Javi Galán en una jugada leve pero en la que hubo un mínimo y suficiente contacto para que el futbolista rival cayera dentro del área. El problema vino después.
Stuani disparó e Iván Villar detuvo con maestría el lanzamiento, desatando la locura en Balaídos. Un paradón que bien podía valer una permanencia matemática. Sin embargo, el árbitro, a instancias del VAR, lo mandó repetir. Todo ello porque interpreta que Unai Núñez, quien despeja el rechace de su portero, se encontraba dentro del área a la hora de disparar. Una jugada que deja muchísimas dudas tras ver una y otra vez la repetición.
En la repetición Stuani no perdonó, logrando así el empate y desatando el enfado de los protagonistas del Celta y de su afición, que vieron como quedaba en nada el tremendo paradón previo de su portero.
En el segundo lanzamiento la posición de Unai Núñez es prácticamente similar. Sin embargo, en esta ocasión el central vigués no interviene en la jugada posterior. En definitiva, una acción que ha dejado muchas dudas en el entorno celeste.
Menos mal que se retira este árbitro que es marítimo,cuantas veces pasa esa jugada y no pitan repetirel penalti quien mandar al Celta a segunda