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Los prolegómenos del Celta - Girona: el premio a Gabri Veiga y la unión contra el racismo

Periodista. Apasionado del deporte.

Celta y Girona protagonizaban un partido, a priori, atractivo en Balaídos y con necesidades muy diferentes. Una cita que estuvo cargada de actos antes de que el colegiado del encuentro decretara su inicio. Los protagonistas de la tarde fueron Gabri Veiga, la afición celeste y su incesante apoyo y la unión de ambos clubes y de todos los presentes en el estadio en contra del racismo, después del episodio que se vivió el pasado domingo en Mestalla con Vinícius Junior como víctima.

La llegada del Celta a Balaídos ya estuvo marcada por el apoyo de su gente. La afición le transmitió su calor al equipo, tanto a la llegada del autobús como en el túnel de vestuarios. Y, cómo no, durante el duelo. Antes del inicio, Gabri Veiga también recibió el galardón a mejor jugador de la temporada del equipo vigués.

Veiga se ha ganado a pulso este reconocimiento después de un año para enmarcar que lo ha situado en lo más alto de cara al mercado de verano. Y por último, antes de arrancar, un mensaje común: racistas, fuera del fútbol.

Celta y Girona portando una pancarta contra el racismo (Foto: RC Celta).

Ambos conjuntos posaron con una pancarta con este lema en clara repulsa por lo sucedido en Mestalla la pasada jornada. Un gesto que se irá repitiendo en cada uno de los partidos de esta semana en LaLiga Santander.

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  1. Bouzas

    Estamos viendo de un tiempo a esta parte cómo un tema adormecido y casi normalizado se le ha subido al escenario. Qué necesidad?, con qué intención?. Quiero pensar que noble.. Mensajes y campañas institucionales grandilocuentes con las que ellos solitos se han metido en un charco, alimentando un incendio donde solo quedaban cenizas. Tanto es así que lo que vienen logrando es el efecto contrario. A nadie debiera extrañar. Tal es la magnitud del mensaje que la población poco a poco nos hemos ido creyendo que en este país hay en efecto un problema social serio, cuando la realidad dice que son 4 casos mal contados. El temor de la gente a articular un discurso propio que matice al oficial, ha hecho el resto. Y qué mejor que marcos masificados y de gran repercusión como los estadios para poner en marcha toda la maquinaria. Que un tío por gesticular con los brazos se vea detenido y a tortas con la justicia.. es que nos hemos vuelto locos. Porque la gravedad y significado de un gesto son SUBJETIVOS. Nadie salvo el autor puede afirmar con rotundidad cuál es, por muy obvio que parezca. No obstante vemos como la presión política y mediática lleva a las autoridades a obrar en esta dirección. Detenciones con posibilidad de resoluciones interpretativas. El tema que nos aborda (como otros igual de minoritarios) se ha elevado a cuestión de estado. No parece que sea el gesto ni el presunto significado lo que lleva a ese tío al juzgado, sino una cuestión de aleccionamiento ideológico. De reconducir la conducta hacia una moralidad orientada exclusivamente a ganar aprobación internacional y la simpatía de la sociedad