Renato Tapia fue el protagonista de una desafortunada e innecesaria acción en la que dejó al Celta de Vigo con un hombre menos este sábado en Balaídos. El internacional peruano se lanzó al suelo, estando ya amonestado, para cortar un balón a más de 70 metros de su portería. Cazó a Ludebakio por detrás, una dura entrada que incluso pudo ser merecedora de una cartulina roja. Hernández Hernández no dudó, fue a su bolsillo para sacar sus tarjetas. Le mostró la segunda amarilla. Tapia abandonaba el campo muy enfadado, no entendía la decisión arbitral. Había dejado al Celta en inferioridad durante media hora. Al acabar el partido, el centrocampista comprendió su terrible error, y pidió disculpas.
Sus compañeros no dudaron en darle un mensaje de apoyo y cariño tras reconocer su fallo. Iago Aspas, Hugo Sotelo o Unai Núñez quisieron quitarle hierro a la jugada. Renato Tapia asumía su responsabilidad: "Me siento muy apenado por lo sucedido hoy, soy responsable de lo que hice y trabajaré para que no vuelva a pasar".
El centrocampista, que disfrutó de su segunda titularidad este curso en LaLiga EA Sports, se perderá el partido previo al tercer parón de selecciones ante el Athletic Club. Un partido donde el Celta buscará su segunda victoria de la temporada para no quedarse descolgado en la clasificación al sumar solo siete puntos en 12 jornadas.
El internacional peruano también quiso agradecer al celtismo el apoyo que recibió el equipo durante todo el partido: "¡Gracias a la afición por todo el apoyo!". Casi 20.000 espectadores se citaron en el Celta-Sevilla a pesar de las pésimas condiciones climatológicas existentes, con fuertes tormentas y ráfagas de viento que afectaron al desarrollo del partido.