El ya expresidente del Celta de Vigo Carlos Mouriño defendió este pasado martes la contratación del portugués Luís Campos como asesor deportivo externo del club, cargo que compagina con el de director deportivo del París Saint-Germain. Lo hizo en una improvisada comparecencia con los medios de comunicación presentes en la Junta General de Accionistas. Unas palabras que llegan después de que Marián Mouriño, su hija y nueva presidenta del club, insinuase que el director deportivo portugués no seguirá vinculado con el Celta la próxima temporada.
"Creo que no ha sido un error. Pueden salir las cosas bien o mal, pero yo creo estuvimos muy claros cuando lo decidimos: si queremos dar un salto de calidad tenemos que hacer algo distinto porque por presupuesto no podemos", manifestó a los periodistas tras asistir a la junta general de accionistas, en la que fue nombrado presidente de honor del club.
El histórico dirigente celeste recordó que este verano se ha realizado una fuerte inversión para reforzar la plantilla que elevará a "80 millones de euros" el gasto, pero ni eso es, a su juicio, suficiente para "salir" de esa pelea por eludir la zona baja.
"Para hacer cosas distintas tienes que arriesgar. Yo no estoy descontento -con Campos-. Arriesgamos y los resultados los veremos al final", subrayó Mouriño, quien no escondió su "preocupación" por la situación deportiva del equipo, que cierra en estos momentos la zona de descenso.
"Creo que este año el equipo ha sido competitivo salvo en cuatro o cinco partidos. Y eso es lo que me hace confiar en el equipo", añadió el nuevo presidente de honor del Celta, quien se despidió reconociendo que el trato con la afición es "la espina" que le queda de estos 17 años al frente del club.
"No supimos contactar tanto con la afición. Hemos tenido momentos malos, pero crees que lo hacías bien y no acertabas. Es una espinita que voy a llevar ahí", afirmó el expresidente, que asume las críticas de un sector del celtismo aunque él se marcha "orgulloso" del trabajo realizado.