El Celta se deja seis goles de ventaja tras una bajada de brazos injustificable en el Bernabéu

Se quejaba Rafa Benítez de la facilidad con la que el Real Madrid terminó goleando al Celta de Vigo este domingo en el Santiago Bernabéu. Su planteamiento para intentar sumar al menos un punto saltó por los aires en el 22'. El equipo defendió mal los balones aéreos, sufrió con Rüdiger, Camavinga, Vinícius o Rodrygo. Todo eso estaba escrito en el guion previo del encuentro. También que había que minimizar daño tras la victoria del Cádiz por 2-0 ante el Atlético de Madrid. El objetivo mínimo era no perder mucha de la ventaja en el golaveraje. No fue así, y no lo fue porque el equipo bajó los brazos en los últimos minutos regalando dos goles. El 4-0, con la mayoría de los futbolistas con una actitud totalmente pasiva, es el reflejo de un equipo hundido en sus miserias.

El Real Madrid ya tenía los tres puntos asegurados. El único que se jugaba algo realmente importante en el descuento era el Celta. De los 11 goles de ventaja con los que partió la jornada ante el Cádiz ya se había dejado cinco por el camino. Dos, obra de Juanmi en el Nuevo Mirandilla ante el Atlético de Madrid, otros tres los marcados en el Bernabéu. Duele el 2-0 de Guaita en propia meta tras un testarazo de Rüdiger, por la mala defensa del equipo, también el de Carlos Domínguez en un centro pésimamente defensivo.

Pero tras dejarte cinco goles no podías permitirte perder el sexto. Y el Celta lo hizo en un saque de falta que nadie se molestó en defender. Con la mirada, dejando que los jugadores del Real Madrid campasen a sus anchas, llegó el estreno de Arda Güler. Toni Kroos sacó rápido la falta a Dani Ceballos. El centrocampista completamente solo asistió a Arda Güler. El turco, con Starfelt y Cervi haciéndole un pasillo gigantesco, marcó a placer. El Celta, en una jugada de desidia completa, se dejó el sexto gol de los once que tenía de ventaja con el Cádiz.