No va a ser un verano sencillo para Sergio Carreira, José Fontán y Julen Lobete. Los tres jugadores del Celta de Vigo fueron importantes en sus equipos la pasada temporada en Segunda División. Tras concluir su periodo de cesión se enfrentan a un gran reto, lograr hacerse un hueco en la plantilla que confecciona Marco Garcés y que dirigirá Claudio Giráldez. Son pocas las opciones que tienen de lograrlo debido al altísimo número de contratos en vigor que tiene el Celta.
Su permanencia en el primer equipo depende de varios factores. El primero y más importante no depende de ellos. La dirección deportiva debe lograr cerrar la salida de un buen número de jugadores para que alguno de los tres tenga opciones de quedarse en el primer equipo. La tarea no es sencilla por varios motivos.
El primero son las altas fichas que tienen algunos jugadores con los que el Celta no cuenta y que comparten posición con futbolistas como Jose Fontán. El central vilagarciano, que este curso ha jugado muchos partidos de lateral izquierdo en el Cartagena, deberá esperar a las salidas de jugadores como Unai Núñez, Mihailo Ristic, Manu Sánchez y Franco Cervi para pelear un puesto.
En el caso de Sergio Carreira el alto número de jugadores que pueden jugar de carrilero por banda derecha complica de manera extrema sus opciones de quedarse en el Celta. Javier Manquillo, Óscar Mingueza, Carles Pérez, Kevin Vázquez, Javi Rodríguez y Javi Rueda son su competencia. Algunos de ellos saldrán, el Celta busca comprador para Carles Pérez, mientras que Kevin Vázquez sabe que apenas tendrá minutos con Claudio Giráldez.
Ambos futbolistas son del agrado de Claudio Giráldez. El técnico porriñés quiere verlos en acción pero las necesidades de aligerar la plantilla están en su contra. En la dirección deportiva y el cuerpo técnico son conscientes que Sergio Carreira y José Fontán tienen un mercado mucho más amplio y asequible que Carles Pérez o Unai Núñez.
Sus fichas, accesibles para Segunda División y clubes extranjeros, hacen que ambos canteranos sean más atractivos en esta ventana de transferencias. Además ambos entran en último año de contrato por lo que el Celta está dispuesto a negociar sus traspasos guardándose un porcentaje de una futura venta.
La situación de Julen Lobete es algo distinta. El atacante nacido en Lezo hace 23 años acaba la primera parte de su contrato, con ficha en el Celta Fortuna, este 30 de junio. A partir de esa fecha el club puede ejecutar el corte al primer equipo, en caso contrario tendrá dos años más de contrato con ficha en el Celta.
Esto provoca que el club tenga que tomar una decisión trascendental sin poder verlo en pretemporada. El jugador aspira a poder realizarla para convencer a Claudio Giráldez. Marco Garcés, como ya ha hecho con otros futbolistas, lo ha ofrecido a distintos equipos de México. Sus temporadas en el RKC Waalwijk y Andorra han despertado el interés de equipos de Segunda División y extranjeros.
Tras abonar un millón de euros por su traspaso en 2022 el Celta no quiere desprenderse del delantero sin recuperar parte de la inversión. En los 18+5 con los que el Celta proyecta confeccionar su plantilla la presencia de Julen Lobete solo es factible si salen muchos jugadores de la zona ofensiva. De los tres cedidos con opciones de quedarse en el primer equipo es el que tiene menos posibilidades.