Iago Aspas, un líder incombustible y sin fecha de caducidad

El Celta de Vigo sumó un meritorio empate en el primer partido amistoso de la pretemporada. Lo hizo ante un equipo de postín, el Benfica. Lo logró tras llegar al descanso en desventaja tras dos goles marcados por Pavlidis. Lo hizo de nuevo liderado por Iago Aspas. A sus casi 37 años al moañés le bastó poco más de 20 minutos para cambiarle la cara a los de Claudio Giráldez. En su primer remate hizo el 2-1. En el segundo la pelota cayó en las botas de Pablo Durán, que con un disparo cruzado puso el definitivo 2-2 con el que terminó el duelo disputado en el estadio municipal de Águeda.

Arrancaba Claudio Giráldez con un once con muchas variantes y jugadores que buscan ganarse la continuidad en la plantilla. Sergio Carreira se situaba como carrilero diestro. Carles Pérez se iba al carril zurdo con Mihailo Ristic como central izquierdo. Arriba Alfon buscaba, con Tasos Douvikas, ponerse en el escaparate ante un Benfica que disputaba su segundo amistoso en apenas 24 horas.

El mayor rodaje del Benfica se notó en los primeros compases del encuentro. Apretaban las Águilas ante un Celta con escaso ritmo. Un ritmo que no aguantaba Mihailo Ristic, que a los nueve minutos pedía el cambio por una molestia en el tobillo izquierdo. La enésima lesión del serbio, su gran talón de Aquiles.

Se complicaba más el arranque con un penalti de Jailson. Lo transformaba Pavlidis para poner por delante al Benfica. Los de Roger Schmidt dominaban a placer ante un Celta con poco ritmo. Avisaba Neres, replicaba Bamba a pase de Carreira. Se iban rehaciendo los de Giráldez con el paso de los minutos. Ajustaban la presión mientras Beltrán y Sotelo eran capaces de darle sentido al juego celeste.

Del posible empate se pasó al 2-0. Bamba, con una pésima definición, perdonó el 1-1 tras una inocente pérdida de Samuel. No fallaba Pavlidis. El delantero griego se plantaba ante Iván Villar para hacer el segundo del Benfica. Definía a la perfección con una picada por encima del meta de Aldán. El cuadro lisboeta ampliaba su ventaja antes de llegar a la primera media hora del encuentro.

Intentaba el Celta no perderle la cara al duelo. Alfon y Tasos Douvikas metían en apuros a Samuel. Respondía con una gran doble intervención el joven meta nacido en Amadora hace 22 años. Disfrutaban los miles de aficionados portugueses de la victoria de los suyos en Águeda. Nada cambió en una primera mitad en la que la mejor efectividad de Pavlidis fue determinante.

El Celta, muy lejos del nivel necesario para arrancar la temporada, dejó algunos brotes verdes en la circulación con Hugo Sotelo. Sergio Carreira también buscó profundizar por banda mientras que Carles Pérez mostró estar incómodo defendiendo el carril zurdo ante un Neres que lo superó en cada acción. En ataque Alfon González dejó buenos detalles con un Tasos Douvikas que gozó de un par de ocasiones de gol.

Arrancaba la segunda mitad con dos equipos completamente diferentes. En el Celta entraban muchos jugadores del Fortuna. Pablo Durán, Miguel Román, Javi Rueda o Marc Vidal tenían la oportunidad de ganarse un puesto en el primer equipo. Apenas pasó nada en los primeros 20 minutos de la segunda mitad. Un disparo de Schjelderup que se fue cruzado fue la más clara del Benfica.

Por parte del Celta casi todas las acciones ofensivas terminaron con remates desde la distancia de Miguel Román, Damián Rodríguez y Swedberg. El ritmo cansino y lento, típico de la pretemporada, cambió con la entrada de Iago Aspas al campo. En la primera que tuvo el moañés logró recortar distancias. Lo hizo con su pierna menos buena, la derecha.

El tanto reactivaba al Celta. Pablo Durán lograba poco después el tanto del empate. El tomiñés, que se está jugando quedarse en el primer equipo, cruzaba la pelota al segundo palo, tras recoger un rechace tras disparo de Iago Aspas. Con 2-2 en el marcador Iago Aspas, en los mejores minutos del Celta, tuvo el gol de la remontada en sus botas. Su disparo se fue rozando el palo corto de la meta del Benfica.

Solo había un equipo sobre el césped de Águeda. Los cambios habían fortalecido al Celta y empeorado al cuadro luso. Por parte del Benfica solo Schjelderup oponía resistencia. El noruego quería darle la victoria a los suyos en los últimos compases del partido. Respondía Marc Vidal, que debutaba este sábado, con dos buenas intervenciones.

Pablo Durán volvía a aparecer. De nuevo era el más listo en el área lisboeta haciéndose con el rechace tras un ataque de Hugo Álvarez. Cargaba la caña el delantero. En esta ocasión el portero quien frustraba la remontada celeste. El primer duelo de la temporada terminaba con un meritorio 2-2 en el marcador. Iago Aspas, que cumplirá en unos días 37 años, sigue siendo el alma y faro del cuadro celeste.