Iago Aspas volvió a convertirse en protagonista principal del empate entre el Celta y el Girona en Balaídos. El moañés fue homenajeado antes del encuentro tras alcanzar los 500 partidos como jugador celeste y, además, anotó el tanto de la igualada en la recta final partiendo desde el banquillo y con una bonita definición. Sin duda, una tarde redonda a la que solo le faltó la victoria para ser perfecta.
Tras el encuentro, Aspas transmitió las emociones que había sentido antes y durante el encuentro, bromeó sobre su vuelta al Celta tras su etapa en el Liverpool y el Sevilla y explicó el cambio de brazalete en el equipo cuando entró al terreno de juego.
501 partidos, tifo y gol: "Muy contento y agradecido a la gente, a la afición, a los niños, que ya lo veo día a día en sus caras. Para mí es un regalo cada partido aquí delante de mi gente, es mi casa y trato de ayudar a mis compañeros".
Objetivo personal 533: "Dije cuando volví del Erasmus en 2015 que venía para no marcharme jamás. Estoy batiendo mucho. Alguno queda aún al alcance y seguiremos trabajando con la misma ilusión para poder batirlo".
Banquillo: "Tengo una edad, como a los chicos de 20 años a mí me gusta jugar todos los partidos y minutos, pero el míster creía que lo mejor era sacar a otro compañero. Están todos trabajando muy bien. Un día te cambia once, siete, para mantener la plantilla unida. Es una buena causa para todo el plantel. Esperando la oportunidad desde el banquillo".
Brazalete: "Ya me lo dijeron en el vestuario. Avisaron a Vicente para que quitara el otro y salir con este. Me lo llevaré de recuerdo que no todos los días se cumplen 500 partidos".
Iago Aspas entró al terreno de juego para 'rescatar' al Celta una jornada más. El equipo estaba mostrando una buena cara en el segundo tiempo pero el tanto se resistía. Fue ahí donde apareció el moañés para definir a la perfección desde la frontal con uno de esos golpeos que tanto le gustan. En el vídeo superior puedes ver el gol.