Iago Aspas estalla tras la expulsión perdonada al Barcelona: se come al cuarto árbitro y a Gerard Martín

Iago Aspas estalló en los últimos instantes del partido entre el Celta de Vigo y el FC Barcelona. El delantero recibió una falta grave de Gerard Martín, quien ya tenía una tarjeta amarilla. De este modo, el delantero de Moaña, tras ser asistido por los servicios médicos celestes, se levantó enfurecido porque el lateral azulgrana no vio la segunda tarjeta amarilla y, por tanto, no fue expulsado. César Soto Grado entendió que no era necesario castigar al jugador culé y el '10' celeste se comía al cuarto árbitro.

Desde fuera, comenzó a espetarle al árbitro su decisión. Mientras se dirigía hacia el banquillo, protestaba la decisión tomada por el colegiado. Cuando pasó por el lado del cuarto árbitro también le reclamó, buscando una explicación para que el jugador del Barcelona no fuese expulsado. De hecho, hasta el propio Claudio Giráldez tuvo que agarrarle e intentar calmarle, diciéndole que pensara en el equipo. Nada de eso sirvió y Iago Aspas, fuera de sí, continuó recriminando a todo el mundo la decisión tomada.

De hecho, según comentaron durante la retransmisión de DAZN, Iago Aspas le llegó a decir al colegiado que ahora en el descanso cambiarían al futbolista y aquí no había pasado nada. Ni así César Soto Grado decidió cambiar su decisión. El FC Barcelona, por cierto, sí que cambió a Gerard Martín, entrando en su lugar Héctor Fort y manteniendo al cuadro azulgrana con once jugadores.

Ni Claudio Giráldez ni sus compañeros calmaron a Iago Aspas

Por si fuera poco, instantes después sonó el pitido final de la primera parte. Iago Aspas, a quien aún no se le había pasado el enfado, entró de nuevo al césped de Balaídos, pidiendo al público que apretara y mostrara su desacuerdo. Entonces se acercó a Gerard Martín, pidiéndole explicaciones. Cuando se encaró con el jugador del Barcelona, este, además, no le mostró la cara más amistosa.

Tras recriminarle la falta y decirle que debería estar expulsado, llegaron varios jugadores y miembros del staff celeste y se llevaron al delantero hacia el túnel de vestuarios. Su cabreo era evidente y, cabizbajo, se llevó su enfado hacia los vestidores. Quedó patente que Iago Aspas no estaba de acuerdo con la decisión tomada por César Soto Grado.