El Real Madrid disputó este sábado en Kiev una nueva final de la Champions League ante el Liverpool. El conjunto madridista sufrió para batir la portería del cuadro británico, pero en la segunda mitad al acierto de sus jugadores de arriba se unió el desacierto de Loris Karius, portero de los de Jürgen Klopp, que no estuvo nada afortundado en dos de los tres goles que encajaron los suyos.
Primero, con 0-0 en el marcador, sirvió en bandeja en el minuto 51 el gol a Karim Benzema al interceptar éste el saque con las manos del portero alemán. Inexplicablemente, el guardameta se quejó airadamente a los colegiados y a sus compañeros en defensa.
Tras encajar el 2-1 en un remate de chilena de Bale ante el que nada pudo hacer, Karius volvió a mostrar su peor cara en un fuerte disparo del galés desde muy lejos que no logró atajar a pesar de que estaba en la trayectoria del balón.