"Lo mejor del partido es que ya acabó", dijo Kroos tras el encuentro ante el RB Leipzig. El Real Madrid cuajó uno de sus peores partidos del curso, pero salió vivo y certificó su billete para cuartos de final de la Champions League. Lo hizo sufriendo, eso sí. Muchísimo, pues la eliminatoria estuvo a punto de irse a la prórroga con una vaselina de Dani Olmo en el tiempo añadido, cuando el luminoso marcaba ya el 92', que se estrelló con el larguero y dejó helada la grada del Bernabéu.