Vinicius está de actualidad y en esta ocasión no por ninguna polémica. El brasileño no está viviendo un inicio de temporada fácil en el Real Madrid, siempre en el ojo del huracán, aunque este lunes se ha llevado un premio que le ayudará a olvidar parte de las últimas semanas.
El jugador del Real Madrid ha recibido el trofeo MVP al mejor jugador de la Champions League de la temporada pasada. Un premio que lo eleva dentro de su carrera y que lo coloca como el mejor dentro de la gran competición europea por clubes.
Un hecho que Vinicius no ha dudado en compartir en redes sociales. "Mejor jugador de la Champions League 23/24. El trabajo y la personalidad te llevan a lugares altos. Gracias a todos mis compañeros por esto. Os quiero!!!", escribió el brasileño en su perfil de Instagram.
Vinicius Júnior marcó el primer gol del partido entre el Real Madrid y la Real Sociedad. El brasileño, siempre en el centro de la polémica, aprovechó un penalti cometido por Sergio Gómez por mano. El txuri urdin extendió el brazo, alargando el codo a una posición que ocupaba espacio extra de manera antinatural, y acabó bloqueando un disparo a portería de Arda Güler.
Tras la polémica después de que, antes del parón de selecciones, cuando Kylian Mbappé tirase el penalti del triunfo ante el Real Betis, esta vez fue el brasileño quien ejecutó la primera de las dos penas máximas señaladas sobre el estadio donostiarra. Y su celebración del astro brasileño, que ya se las tuvo con Take Kubo, fue llevarse el dedo índice a los labios en señal de mandar callar al estadio Reale Arena.
La consecución de gestos fue la siguiente: se llevó el dedo al oído, luego mandó callar al estadio, se señaló y después lo hizo al suelo, como diciendo "aquí estoy yo", lanzó el puño en señal de rabia y volvió a señalar el suelo. Después, se besó el escudo del Real Madrid y entonces llegaron sus compañeros para abrazarle. No se sabe si provocación o respuesta, puesto que el jugador fue pitado durante todo el encuentro por el público txuri urdin. Sea como fuere, el gesto se llevó una respuesta clara: otra atronadora pitada del público de la Real Sociedad, que entendió como una falta de respeto el gesto del brasileño.