La seriedad trae la comodidad

El Sevilla solventó el partido de esta venenosa Copa del Rey sin problemas. Salió serio, apretando arriba y solo un minuto duró el Ciudad de Lucena con vida. Óscar Rodríguez marcó tras un buen recorte y comenzó a poner tierra de por medio.

Era un partido fácil sobre el papel, pero la Copa acostumbra a dar sustos. Lopetegui no permitió la relajación y sacó un once con jugadores como Jordán, De Jong, Bono u Óliver Torres. La alineación del Sevilla tenía pinta de seriedad y por ahí se empezó a ganar el partido. Cero relajación.

Desde que Óscar anotó, todo fue prácticamente un trámite. El Sevilla dominó el choque de cabo a rabo. Los de Lopetegui llegaban con muchos espacios y aprovechaban el desorden de la zaga rival. Los cordobeses tocaban bien la pelota, pero para morir en la orilla. Antes del descanso, De Jong y Jordán, este último de penalti, solventaban más si cabe el partido.

Tras la primera parte, Lopetegui decidió dar entrada a Carlos Fernández por De Jong. El chaval juega poco, pero sino participa de titular en estos encuentros es normal que tenga la cabeza en otra parte.

Toda la segunda mitad fue un mero trámite. Hubo tiempo para ver un ratito a Gnagnon, darle descanso a De Jong, ver al chaval Zarzana y que Ocampos y Koundé saliesen un ratito  en el tramo final. Jordán descansó poco y el 'Mudo' Vázquez no aprovechó su oportunidad. 

Lopetegui no arriesgó nada y acabó metiendo en el campo a jugadores titulares. Ahora toca pensar en el Valladolid. Hubo cero espacio para la inquietud y eso, a pesar de la debilidad del rival, era lo que había que hacer.