Tras el incuestionable triunfo del Athletic Club en la Supercopa estamos a las puertas de dos finales de copa. No podremos acercarnos a Sevilla, pero el eco del rugido de la afición llegará a nuestros jugadores, y seguro que les catapultará hasta el éxtasis de la victoria. Nosotr@s aquí seguiremos luchando para derrotar al virus y seguro que pronto lo conseguiremos.
El Athletic es un sirimiri que cala, y muy hondamente, porque somos diferentes (ni mejores ni peores). Nuestro Club es único, necesario, complementario y queremos que nuestros jugadores se impregnen siempre de casta, de coraje, corazón y compromiso. El Athletic es un poliedro de sentimientos.
Nuestro grandísimo Club merece un 'Balón de oro' por cada año de su inimitable singladura
El astro zurigorri irradiará en abril un resplandor que no tiene límites e irá desde San Mamés y Euskal Herria hasta los albores del más allá. El coronavirus al que pronto derrotaremos no nos impedirá que nuestro corazones latan al unísono en las dos finales, y nuestros brazos se eleven al cielo para entrelazarse con todos los que se han quedado en el camino por el maldito virus.
Esas noches elevaremos nuestras copas para mandarles un brindis eterno y nuestra perenne amistad.
Gora Athletic por los siglos de los siglos.