El Athletic Club continúa plantado, desde el año 1984, en la suma de 23 títulos de Copa, el primero de ellos datado en 1903, cuando se ganó por 2-3 al Madrid Foot-Ball Club. Además, en la ‘caja fuerte’ de su historial se guardan 14 subcampeonatos. El conjunto bilbaíno posee el récord absoluto de presencias en el torneo copero con un total de 37 finales jugadas en una competición que ya tiene 107 ediciones.
Un carrusel de resultados exitosos que incluye las señas de equipo con gol y, para muestra, bastará con un botón: el 12-1 endosado al Real Club Celta de Vigo en el transcurso de una de sus brillantes tardes de fútbol en la Copa en un San Mamés vibrante y volcado con sus ‘aldeanos’.
Hay más indicadores de su grandeza, los individuales, como que Agustín Gainza sea el jugador con más copas ganadas, 7: que Telmo Zarra –se dijo era la mejor cabeza de Europa junto a la de Winston Churchill- fuera líder indiscutible de los goleadores, y lo sigue siendo después de muerto, con 81 tantos y un promedio de 1,09 goles / partido, algo no superado en el historial de la competición (de 1903 a 2021) ni por grandes del balompié como Messi, Cristiano Ronaldo, Quini, Kubala, Santillana, Campanal y Raúl entre otros; esa tabla histórica de hombre del gol se enriquece con el tercer puesto de todos los tiempos para Guillermo Gorostiza (64 tantos); además, ahí está el ilustre podio vigente en nuestos días con Andoni Zubizarreta, José Ángel iribar y Piru Gainza, los jugadores con más partidos de Copa.
Naturalmente, el Athletic es bastante más que la suma de partidos, goles y futbolistas con talento, reconociendo que no es la plantilla más millonaria ni la más consagrada del balompié. Ahora bien, sus porcentajes de entusiasmo, compromiso y raza son tan elevados y simbólicos de su identidad que suplen carencias de virtuosismo técnico.
Sus colores rojo y blanco, coincidentes con los tonos de la ikurriña de la city bilbaína y siendo un equipo de la tierra vasca, de la Bizkaia de la costa y del interior, querido por los que se asoman al mar y por los que miran hacia los espacios verdes.
El sentimiento zurigorri está instalado en el graderío de San Mamés, en el corazón de los athletictzales, en aquellos que se visten de rojiblanco las tardes de fútbol, en las banderas plantadas a la entrada de los bares, en los niños que juegan en los parques y están en los columpios con ‘su camiseta’, en las fotos de los equipos del Athletic Club formados que cubren las paredes de txokos y tabernas, en las banderas al viento en los edificios en construcción y en sus gigantescas grúas o en la que un anónimo puso en el modesto campanario de una ermita, en las fotos de recuerdo de los viajes siguiendo al equipo por Europa, en algún sombrero tintado de rojo y blanco calado hasta las orejas de un mulo o de un burro, en los coches engalanados y a todo claxon festejando el éxito, en los disparos de cohetes que anuncian los goles marcados en ‘La Catedral’, en las kalejiras por las calles de las ciudades-sede de las finales, en…
Los chicos del Athletic Club presentan dos candidaturas para ganar la Copa en este mes de abril, algo inédito, histórico. En dos semanas jugará por dos títulos, los de 2020 y 2021. Alejándome del apasionamiento y jugándomela a la ruleta, en mi interior se cuece la sensación de que el equipo ganará un título y será al FC Barcelona.
Ojalá me equivoque y regrese a casa con dos triunfos, lo que significaría adjudicarse el también inédito e histórico derby vasco en la final de la Copa de España. Luego quedaría ir con los ramos de flores y las copas al ‘domicilio’ de la Virgen de Begoña, Señora de los bizkaitarras, patrona de Bizkaia y de Bilbao, la gran dama rojiblanca de ayer y de hoy mismo.
Por Ernesto Díaz, 55 años en el Periodismo Deportivo
Winston Churchill,canterano de Lezama de toda la vida...