Vamos a comenzar explicando que he nacido en la zona más histórica de Bilbao, como es el Casco Viejo, en la antigua Maternidad ubicada en la calle Solokoetxe. Ya solo con este detalle diría que por qué vamos a elegir una de estas dos finales de la Copa del Rey que va a afrontar el Athletic Club durante este mes de abril. Sin duda vamos a por las dos del tirón.
Pero analizando más en profundidad la dificultad de tan mayúscula gesta, más si cabe tras haber conseguido el pasado mes de enero traernos al Botxo la Supercopa tras ganar a los dos clubes más poderosos de nuestra liga y en el TOP 5 mundial, como son el Real Madrid y el FC Barcelona, creo que, dependiendo de que órgano utilice, me da más por la primera o por la segunda.
El corazón, más pasional y tirado para delante, bombeando sangre a puños, me pide que sea la que nos enfrenta a nuestro vecinos de la Real Sociedad, la que debemos traernos para nuestras vitrinas. El hecho de asegurarnos un trofeo tan pronto nos dejaría muy tranquilos y satisfechos, con los deberes ya hechos.
Y luego está haberla levantado ante el conjunto gipuzkoano, lo que nos permitiría seguir ostentando la supremacía del fútbol vasco –algo que sería igual si la perdemos pero más difícil de defender- a la vez de ganar varios años de relax ante su inminente acercamiento, como desde allí se piensa están consiguiendo.
Son bastantes amigos y algún que otro familiar los que visten los colores txuri urdin y no tener que aguantar sus ‘vaciles’ tiene premio.
Son muchas las afrentas y los recuerdos que me llegan de los malos ratos sufridos en las tres últimas finales coperas disputadas frente a ellos. Es cierto que las dos Supercopas ganadas han mermado un poco esa afrenta, pero ser capaces de imponernos en nuestro torneo favorito ante este Barcelona de, tal vez, la despedida de Leo Messi sabe mejor y cicatrizaría las heridas.
Sin olvidar que la repercusión mediática sería mucho mayor lo que agigantaría la figura del Athletic fuera de nuestras fronteras y un montón de niños y niñas podrían ser ganados `de facto` para la causa rojiblanca. Además, poniéndonos en vertiente económica, clasificaría directamente al Athletic para regresar a Europa, lo que repercutiría directamente en las arcas del club con una buena entrada de euros, que nunca está de más en tiempos de pandemia o de no pandemia.
Llegado a este punto, es muy difícil mojarse. Pero voy a ser fiel al principio de este escrito y, como buen bilbaino, por qué voy a tener que elegir una antes de jugarlas. Me apunto a las dos Copas. Aurrera Athletic! Una legión de seguidores estará animándote desde la distancia para cumplir una gesta que no volverá a suceder nunca en la historia del fútbol.