El secreto de tus ojos

Una película para no olvidar. Una actuación inigualable, un diálogo incomparable, una escenografía para envidiar. La que hizo Campanella estuvo bien, pero la de Leo Messi fue mucho mejor. El secreto de tus ojos en una noche sevillana.

Con la timidez de un chico de 14 años. Como si no hubiese jugado a esto nunca. Leo Messi pisó el césped de La Cartuja con la cabeza hundida, con la mirada centrada en el césped y con un mensaje interior que humillaba al resto: ni se te ocurra mirar la copa, diría.

Cuando el reloj marcó el descanso, ya era tarde. Podías hacer lo que quisieses, rezarle a quien conozcas y cambiar cada cuadro de tu casa. Os lo digo de verdad, cuando pasaron los primeros 45' de la película de Campanella, ya estabas enganchado. Es un peliculón, lo sé. Pero la de Messi fue mejor.

Fue la primera de Ronald Koeman, la nueva de Joan Laporta... ¿y la última de Leo Messi? El argentino se marchó de Sevilla con una nueva exhibición a sus espaldas, un recital de regates, pases, movimientos y trucos de magia a la altura de ninguno. No de pocos, de ninguno.

Pero el secreto de tus ojos no quiere salir. El silencio se ha hecho alrededor de tu figura y nadie se atreve a decir aquello que no debe.

Sevilla está de Feria, porque en la capital andaluza no se pierden las costumbres sea cual sea la condición.

En Sevilla tenía que ser, Leo. Que no se pierda tu costumbre de luchar, de ganar, de soñar con el club de tu vida. El FC Barcelona aún te necesita.