El Real Madrid y el Osasuna se enfrentaban en la final de la Copa del Rey. Un partido en el que los madridistas buscaban su 20ª Copa mientras que los navarros querían su primer trofeo de la historia. Durante el transcurso del partido hubo un momento de tensión en la zona de la afición rojilla.
La valla de la grada de los seguidores rojillos cedió tras obtener Lucas Torró el empate del partido. Se tuvo que llevar a una persona en camilla. Continuó el partido con normalidad y la valla fue repuesta
Además de ese hecho, desde la zona de la afición osasunista se lanzó una bengala que tuvo que ser apagada por extintores.