Vinicius Junior es el gran protagonista del derbi. El Atlético de Madrid se llevó la victoria ante el Real Madrid completando la venganza en la Copa del Rey. El mejor sobre el césped fue Griezmann, con permiso de un Bellingham que volvió a hacer un partidazo, pero sin duda, los focos apuntaron al brasileño.
Desde que arrancó el partido, Vinicius se convirtió en protagonista por los insultos racistas que se escucharon en las inmediaciones del Cívitas Metropolitano. Y ya en el césped, lo fue directamente.
Está claro el nivel futbolístico de Vinicius. Es incuestionable. Pero a su velocidad y desborde hay que sumarle su poca cabeza. Es un jugador caliente y cada vez que los contrarios le pican, el brasileño salta. Incluso a veces no necesita ni de los rivales, sino él mismo se calienta con los aficionados.
Vinicius protagonizó varias jugadas durante el partido que hicieron que la tensión fuera palpable entre los dos equipos. Primero protestando la acción de un recogepelotas que acabó en amarilla para él. Más tarde celebrando el gol con varios gesto a la grada Atlética.
Incluso se encaró con el banquillo rojiblanco, en dónde recibió los insultos de un Cholo Simeone que saltó a defender a sus jugadores de las provocaciones que estaba teniendo el futbolista del Real Madrid.
Pero sin duda, hay un gesto que no olvida la gente del Atlético de Madrid. Con 2-2 en el marcador, Vinicius provocó un saque de esquina después de un remate y mirando a la grada dijo 'soy muy bueno, madre mía'. Un gesto que muchos entendieron como una provocación.
Pocos minutos después, y tras un error de Vinicius en el control, Griezmann colocó el tercero en el marcador mientras el brasileño le intentaba frenar sin éxito. Y esto ha provocado las burlas de los hinchas al futbolista del Real Madrid.