El Atlético de Madrid se llevó el derbi y estará en cuartos de final. Los de Simeone vencieron al Real Madrid y pasan a la siguiente ronda copera. El cuadro de Simeone, hasta en dos ocasiones se pusieron por delante en el marcador, pero un mala jugada de Oblak, que terminó al fondo de su portería, y un tanto de Joselu devolvieron la igualdad al marcador.
El partido se extendió hasta una prórroga que terminó con sabor dulce en el Metropolitano. Los goles de Griezmann y Riquelme definieron el pase a cuartos de los rojiblancos que estuvo marcado por un Vinicius, que fue protagonista por sus continuas peleas durante el encuentro y sus gestos hacia los rivales.
Simeone no se pudo contener con el último gol. Riquelme sentenció el partido en una contra para dejar el partido encarrilado a falta de un minuto para el final. La celebración del técnico rojiblanco tuvo de todo: abrazo con el profe Ortega y conjunto con todos los jugadores que estaban haciendo una piña.
Y es que Simeone no paró durante todo el partido, como acostumbra: animando a la afición, dando órdenes, entrando prácticamente sobre el césped para hablar con sus jugadores...Puro Simeone.
Además, el técnico argentino tuvo sus más y sus menos con Vinícius. Fue tras el empate de Joselu. El atacante marcó a los pocos minutos de saltar al terreno de juego, pero Vinicius le robó los focos inmediatamente después del gol con unos nuevos gestos de provocación dirigido al banquillo del Atleti. Apretó el puño y celebró el gol mirando al área técnica local, indicó el número ‘7’ con las manos (en referencia a su dorsal), se señaló después la parte trasera de su camiseta y, después, se llevo las manos a los ojos e hizo el gesto de ‘llorones’ a los sustitutos del Atlético de Madrid.
Simeone fue uno de los que recriminó a Vinicius sus acciones. Con el tiempo reglamentario acabado, el entrenador argentino se acercó a la posición del delantero del Real Madrid para abroncarle. Los integrantes de los cuerpos técnicos de ambos conjuntos se llevaron a los dos protagonistas y la cosa no fue a más.