La final de la Copa del Rey entre Athletic Club y RCD Mallorca ya ha arrancado y la noticia está en las gradas del Estadio de la Cartuja. A pesar de la petición en la previa del presidente athleticzale, Jon Uriarte, los seguidores del conjunto bilbaíno silbaron el himno de España que sonó en presencia del Rey Felipe VI además de cantar el Athleticen ereserkia durante el mismo.
Tal y como sucedió en las finales pasadas de los 'leones', en algunas acompañados en el sonido de viento por fans del Barcelona, los aficionados del Athletic dedicaron pitos mientras sonaba el himno de España. No fructificó el intento del club vasco con su comunicado de este viernes pidiendo a sus fans "respeto" por el mismo.
Ante los silbidos del inicio, los fans del Athletic cantaron el Athleticen ereserkia mientras sonaba el himno de España. Una vez finalizó, volvieron a pitar.
El respeto es uno de los principios fundamentales del Athletic Club. Somos una institución que se enorgullece de tener una identidad única en el fútbol, #MadeInEuskalHerria #UniqueInTheWorld.
Por lo que no sólo confiamos, sino que estamos seguros de la perfecta convivencia y buen talante entre nuestra afición, con los seguidores del RCD Mallorca, con la ciudad de Sevilla que nos acoge y, dentro de La Cartuja, con nuestros rivales, con el equipo arbitral y con todas las personas presentes.
En coherencia con nuestra reivindicación del respeto, la deportividad y la diversidad como valores propios de la entidad, el Athletic Club solicita a su afición que en la final de Copa que se disputa este sábado se abstenga de realizar actos o manifestaciones que puedan ser consideradas como una falta de respeto, incluido en el momento que suene el himno previo. El respeto a cualquier símbolo o himno en competiciones deportivas, y los mundiales de fútbol, el rugby o el olimpismo son los mejores ejemplos, supone una muestra de educación, civismo y tolerancia que trasciende otras cuestiones o reivindicaciones.
La gran cita copera entre Athletic Club y RCD Mallorca es una oportunidad para la convivencia entre dos grandes aficiones fuera y dentro del campo. Los futbolistas de ambos clubes dieron un buen ejemplo de deportividad y respeto con mensajes compartidos en mallorquín y euskera. “Kopako finala festa bat da”. “Una final de Copa és una festa”.