La decisión del Real Madrid de no presentarse ni al entrenamiento en la Cartuja ni a los actos de la Copa del Rey de este viernes han creado un gran revuelo. El equipo blanco quiso responder de esta manera a las declaraciones de los árbitros del encuentro, Ricardo De Burgos Bengoetxea y Pablo González Fuertes. Lo que le llevó a ser criticado por Javier Tebas. Ante la situación tanto el presidente del CTA, Medina Cantalejo, como el presidente de la RFEF salieron a dar sus impresiones.
El máximo responsable del estamento arbitral señaló que llevaban tiempo trabajando y preparando la fiesta del fútbol español. "Más de un mes o dos", afirmó, señalando también que, como responsable del arbitraje "tengo que hacer una llamada a la calma". Explicó que había miles de personas que "se habían desplazado desde toda España" con el objetivo de ver la final de la Copa del Rey y vivir "esta fiesta del fútbol".
Por ello, quisieron desvelar que iban a contribuir para que "salga un buen partido, en que los árbitros hagan su trabajo" y recordó "la cantidad de trabajadores de la Federación que llevan trabajando dejándose el alma para que todo salga bien y trabajar en ese sentido". A su vez, resaltó, como hizo también su homónimo de la Real Federación Española de Fútbol, Rafael Louzán, que el partido se iba a terminar disputando.
"Se va a jugar, estamos aqui para que se juegue el partido", afirmó, añadiendo que él consideraba que "todo el mundo quiere que se juege el partido". Explicó que "evidentemente, estamos aquí, el CTA y la Federación para que se juegue la final de la Copa de Rey". Sin embargo, los compañeros de los medios le recordaron mientras se marchaba del fotocall que el Real Madrid no estaba.
Una situación complicada a falta de 24 horas para el partido y que comenzó con la declaracion de los árbitros del partido tanto en el césped como en la sala VAR, Ricardo De Burgos Bengoetxea y Pablo González Fuertes. Lo hicieron señalando las críticas y las consecuencias que tenían los vídeos del canal de Real Madrid. Algo que sorprendió a la entidad y que tras tomar la decisión de plantarse en los actos protocolarios de la Copa del Rey, mandó un comunicado.
En él, expresaba su malestar ante las declaraciones que habían realizado los árbitros. En el escrito, expresaban que los colegiados mostraban hostilidad hacia la entidad. Aseguraba que las declaraciones son "más sorprendentes todavía, bajo un tono amenazante, aludiendo a la unidad de los árbitros, para anunciar supuestas medidas o actuaciones".