El centro de Sevilla respira fútbol por los cuatro costados en la previa de la final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Barcelona. A lo largo de la mañana miles de hinchas de uno y otro equipo transitan y se agolpan en infinidad de calles. Las directivas de ambos conjuntos también hicieron acto de presencia para el habitual almuerzo. Fue ahí, desde una terraza, cuando Joan Laporta mostró su lado más fanático. Antes de subir, también dejó un guiño en forma de sonrisa, ante el cántico inesperado de un bético: "Y viva el Betis, Joan".
Al presidente del Barcelona se le pudo ver desatado, saltando como loco y cantando con los aficionados culés. Laporta nunca se corta y en una final no iba a ser menos. Antes de subir al restaurante, el presidente del Barcelona charló con ElDesmarque de forma sosegada. Tras sus palabras, un hincha verdiblanco no perdió la ocasión para decirle lo siguiente. "Y viva el Real Betis Balompié, Joan", a lo que Laporta reaccionó con una sonrisa y asintiendo.
La calma parece que vuelve a reinar en el entorno de la final después de una jornada de viernes de mucha tensión entre el Madrid y el estamento arbitral. Unos hechos que derivaron en el plantón del conjunto blanco a la RFEF al negarse a llevar a cabo el entrenamiento previo y la rueda de prensa posterior de Carlos Ancelotti y Luka Modric.
Las horas previas a la final de Copa no han estado exentas de algún altercado. Antes de la hora de la comida, la Policía Nacional ha detenido a un aficionado del Barcelona tras partirle la nariz a un hincha del Real Madrid en La Campana, unas de las zonas más concurridas de Sevilla por donde transitarán miles de espectadores a lo largo de este sábado.