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La reflexión de Iván Ania que muestra la dura realidad del fútbol: "La pequeña siempre pregunta por qué papá nunca está"

Rubén Ania, entrenador del Córdoba, en rueda de prensa.
Periodista deportiva en todas sus formas.

Llegar al fútbol profesional exige trabajo y sacrificio. Y mantenerse, aún más. No solo en el caso de los futbolistas, también en el de los entrenadores, que viajan y en algunos casos, como el de Iván Ania, tienen que vivir lejos de sus familias. El técnico del Córdoba, en la previa del duelo ante el Racing de Santander, ha dejado una profunda y emotiva reflexión sobre la realidad que puede llegar a vivir un entrenador de fútbol.

Iván cuenta cómo vive lejos de su familia y a todo lo que tiene que renunciar, especialmente en cuanto a sus hijos, para poder desarrollar su profesión. "A veces cuando nos ven a los entrenadores solo ven la parte deportiva y nadie piensa en la parte personal. Para mí, el ascenso ha sido una bendición porque mañana voy a poder ver a mis hijos, aunque al día siguiente tengan que madrugar y hyan dormido pocas horas, pero voy a poder ver a mis hijos, a mi mujer, a mi madre, a la familia", comenzó desgranando en la rueda de prensa.

"Los veré en Santander, en Coruña, en Oviedo, en Gijón... Todas esas situaciones me cambiaban la vida deportivamente y familiarmente. Yo a mis hijos los veo por videollamadas todos los días, pero personalmente, en persona, los veo poquísimo. Muchísimo menos de lo que me gustaría, pero realmente los veo una vez cada tres meses", continúa el técnico asturiano.


"Me he perdido... no te puedes imaginar. La pequeña siempre pregunta por qué papá nunca está en la comunión, por qué papá no vino al cole... Han cambiado de cole ahora, nunca los pude llevar al cole", sigue explicando sobre los sacrificios que debe realizar.

"Son situaciones que hay gente que las puede pensar que se pueden dar, pero hay otros que solo ven al entrenador como algo que esta ahí y entrena un equipo.
Tenemos una vida familiar, algunos tienen la suerte de que les acompañe la familia, otros no tenemos esa suerte. Mi niña pequeña tiene diez años fuera y llevo siete fuera. Imagínate lo que me he perdido de ella. La veo por videollamada. Mañana es un partido especial por volver a Santander y también especial porque ellos me van a ir a ver al campo y a los críos les hace ilusión", finalizó Iván.

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