Parece muy difícil, casi imposible, que Gaizka Garitano no haya vivido ya su último partido como entrenador del Deportivo. La mala racha de resultados, que asciende ya a siete partidos sin vencer y a cuatro derrotas consecutivas, se vio aún empeorada con un partido desastroso en Butarque que finalizó con 4-0. Ya ni el juego se puede rescatar de un equipo que navegó a la deriva durante 70 minutos, como ya le había ocurrido en Riazor tras el gol del Alavés.
Seguramente desesperado ante la falta de resultado, introdujo cuatro cambios en el once Gaizka Garitano y apostó por la entrada de Navarro, Mosquera, Gil y Joselu con respecto a los hombres que habían perdido ante el Alavés. Este último, el de Silleda, lo hizo sustituyendo a Andone, que se quedaba en el banquillo por segunda vez esta campaña -la anterior había sido en la jornada inicial-. Pero tampoco así logró cambiar la dinámica.
Como prácticamente cada semana, empezó bien el Dépor y dispuso de la primera ocasión clara con un cabezazo de Kakuta en área pequeña que sacó Herrerín con una gran intervención. El francés, que esta vez formó en la izquierda, transmitió junto a Joselu sensación de peligro en la recta inicial pero todo se diluyó a los 20 minutos. Szymanowski, que para entonces ya había cometido dos duras faltas sobre Juanfran, enganchó una gran volea con la diestra dentro del área y la clavó en la escuadra para adelantar a un Leganés que desde entonces fue completamente superior.
Mantovani, capitán local, apareció como un avión en un saque de esquina cuando se cumplía la media hora de juego y puso un 2-0 que mató por completo al Dépor. Desde entonces, los herculinos fueron absolutamente incapaces de reponerse y vivieron a merced de un cuadro ordenado e intenso que supo llevar el tempo del partido y no permitió en ningún momento que se redujeran las distancias.
Sabedor de que se la jugaba, buscó respuesta inmediata Gaizka Garitano en el descanso cambiando de sistema y cerrando con tres centrales, pero uno de ellos decidió que los gallegos no tuvieran opción alguna de meterse en el encuentro. Albentosa, que ya había estado flojo en el 1-0, soltó un codazo en el cuello a Guerrero y vio la roja directa, dejando con diez a los suyos a falta de media hora.
En lo que ya era un absoluto suplicio, Unai López y Alberto Bueno pusieron la puntilla con otros remates a bocajarro imposibles para Lux y que supusieron el 4-0 definitivo. Mejor resultado del Leganés en su corta historia en Primera División, peor de la temporada para el Dépor y Gaizka Garitano.
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