El Deportivo de La Coruña cayó el pasado domingo en el derbi ante el Celta en un partido que, como es tradición, estuvo cargado de intensidad tanto en el campo como en la grada. Los cánticos entre unos y otros se sucedieron a lo largo de los 90 minutos en Riazor, aunque hubo uno que acabó llamando especialmente la atención de los aficionados celestes.
"Las Copas del Celta son todas de cristal", entonaban desde la grada de Riazor Blues miles de deportivistas, recordando la diferencia que hay entre las vitrinas de Riazor y de Balaídos. Curiosamente, en vez de tomarlo a mal, los cientos de celtistas aglomerados en una de las esquinas de Riazor acabaron apropiándose de ese mismo cántico.
Ya con el campo vacío, y después de que Aspas hiciera volar los tres puntos hacia Vigo, la afición del Celta, que seguía en el estadio como medida de seguridad a la espera de poder salir escoltada, volvió a entonar el mismo cántico: "Las Copas del Celta son todas de cristal". Esta vez, a modo de burla e intentando hacer daño a una afición, la del Dépor, que ya había abandonado el estadio prácticamente en su totalidad.