El Dépor ni pudo ni quiso en Anoeta

En Anoeta, el Deportivo afrontaba un partido importante en la pelea por certificar cuanto antes la permanencia en la Primera División del fútbol español. Los resultados cosechados por Leganés, Granada, Sporting de Gijón y Osasuna ponían en bandeja la posibilidad de dar un paso casi definitivo hacia la salvación, pero la falta de fútbol volvió a ponerse de manifiesto una jornada más. Los mensajes positivos emitidos desde el vestuario no se trasladan al césped, donde la endeblez y la falta de hambre de este equipo continúan marcando el día a día para tristeza de un afición cansada de recibir tan poco. 

 
Los hombres de Pepe Mel no entraron en el encuentro en toda la primera mitad. Frío como siempre fuera de casa, el cuadro blanquiazul permitió las llegadas por los costados de la Real Sociedad sin importunar a un rival con un marcado carácter ofensivo. La nula tensión de Gaël Kakuta y Fayçal Fajr, la lentitud de Sidnei y Albentosa en el centro de la zaga y la falta de recursos para detener a los extremos locales lastraron las aspiraciones herculinas, que se fueron a la caseta con un 1-0 corto a tenor de los méritos de unos y otros.
Oyarzabal, Xabi Prieto o William José disfrutaron de ocasiones muy claras para ampliar la renta de los de Eusebio antes de que Ocón Arráiz decretase el paso por los vestuarios, pero la falta de puntería y una buena mano de Germán Lux evitaron un resultado más abultado en el entretiempo. 
Con 45 minutos para rectificar la pésima imagen ofrecida, el Dépor se empeñó en incidir en sus errores: la pelota no circuló por el centro del campo, Çolak no apareció y Andone vivió en una isla en el frente de ataque. Además, la ya habitual fragilidad defensiva tampoco ayudó a la hora de crecer en el partido.
Tratando de agitar a sus hombres, Pepe Mel dio entrada a Ola John en lugar de Kakuta en la banda izquierda. El neerlandés lo intentó pero tampoco le causó problemas a un Rulli extraordinariamente tranquilo durante toda la contienda. El 4-2-3-1 permaneció invariable hasta el último cuarto de hora, como también lo hizo el nulo espíritu de una plantilla empeñada en acabar el curso sin alma.

Pésima imagen del Deportivo en Anoeta.

Con el resultado en el aire (1-0), Joselu saltó al césped por Emre Çolak intentando llevar el partido al área de realista. La falta de pegada local se convirtió en la esperanza deportivista en otra mañana para el olvido. Ni el de Silleda ni tampoco Bruno Gama, sustituto de Fajr en el 80', dejaron huella en San Sebastián.
El choque finalizó con tímidos acercamientos del Dépor marcados por la impotencia de un equipo que pide a gritos el final de la temporada. 

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