Goleada sonrojante

El Deportivo recibió al Real Madrid con la necesidad, por encima de todo, de darle una alegría a una afición agotada ante el paupérrimo rendimiento de la plantilla durante la inmensa mayoría del curso 2016-17. Alcanzar la permanencia cuanto antes era y es el objetivo, pero la candidez de los rivales en la pelea por lograrla permite al club respirar tranquilo sin sumar de tres en tres cada semana. Ante los blancos y para dar un paso al frente resultaba imprescindible responder adecuadamente ante un rival condicionado por las ausencias de Cristiano, Kroos, Bale ni Ramos. No fue así. 

Con un once eminentemente ofensivo en el que Kakuta, Gil y Çolak tenían la misión de llevar la voz cantante por detrás de Andone, Pepe Mel trató de plantarle cara a Zinedine Zidane a través de la posesión de la pelota. Sin embargo desde el minuto uno los locales se vieron completamente superados por la intensidad y velocidad de un Real Madrid imparable en ataque.
El despropósito blanquiazul dio inicio cuando no se habían completado ni sesenta segundos de juego, en una acción en la que Morata se plantó solo ante Lux y el guardameta argentino no estuvo afortunado a la hora de detener el disparo del internacional español.
En lugar de despertar, el Dépor se sumió en la tristeza y el Real Madrid disfrutó de media docena de ocasiones para anotar el segundo tanto, de las cuales solo aprovechó una gracias al acierto de James Rodríguez. No deslumbró Lux bajo palos, más bien destacó la falta de puntería del líder del fútbol español. En la lona, los hombres de Pepe Mel no mostraron ni un atisbo de la solidez necesaria para competir a este nivel.
Con el 2-0 en el electrónico, el Real Madrid bajó un par de marchas y tanto Guilherme como Emre Çolak comenzaron a entrar en juego. Las combinaciones entre líneas de ambos con Gil y las subidas de Juanfran por el carril derecho acularon a los de Zidane en el área. En una centro lateral sucedido de dos remates mordidos la pelota cayó en los pies de Andone y el rumano acertó con la portería acortando distancias.

La falta de solidez defensiva lastró al Deportivo.

Los visitantes perdieron el sitio al encajar, momento que aprovechó el Dépor para cargar el área y mostrar su mejor versión dentro del discreto rendimiento exhibido durante la contienda. Minutos después, una salida de Casilla en falso a punto estuvo de ponerle en bandeja el empate a los herculinos, pero la reacción del Real Madrid no se hizo esperar y en una jugada magistral de Isco, seguida de un pase de la muerte de Marcelo, Lucas Vázquez hizo el 1-3.
Mel movió el banquillo en el descanso, dejando en la caseta a Kakuta por Navarro -Luisinho adelantó su posición- e introduciendo a Tyton en la portería como consecuencia de los problemas físicos de Lux. Y tan solo diez minutos después unos inoportunos problemas musculares de Gil propiciaron la entrada al césped de Joselu, silbado por parte de la afición.
En un segundo tiempo sin sal, el Real Madrid firmó el 1-4 prácticamente sin esfuerzo, en una jugada en la que se reclamó una falta previa de Kovacic a Arribas. No tuvo más miga un partido en el que el Deportivo volvió a mostrar su lado más gris, y también el más habitual. Isco y Casemiro darían la puntilla en el 75' y en el 86' y, antes, con el 1-5 y los de Mel completamente rendidos, Joselu maquillaría el marcador. 

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